El modelo epigenético en el desarrollo de la violencia en México

The epigenetic pattern in the development of violence in Mexico

Miguel Ángel Ibarra
UNIVA, México
sup_marcos@hotmail.com

 

Resumen

El presente trabajo estudió cómo las etapas de la vida y las zonas y modos del modelo epigenético de Erik Erikson (Tomados de la base del modelo psicosexual de Freud)  impactan directamente en la formación de la personalidad de los miembros de una comunidad y por lo tanto también de todo un sistema social dentro de un país. A su vez, se vio cómo la violencia juega un papel importante tanto como etiología y como resultado de la situación en México.
Se trata de una investigación teórica, con método cualitativo, hermenéutico y fenomenológico.
Se le da más peso en este estudio para la explicación de la realidad actual mexicana, a los aportes hechos por otros autores como Erikson, Goldberg y Gedo, Anna Freud, Balint, Guntrip, Fairbain y Kernberg quienes dan mayor importancia a las relaciones y al afecto entre padres e hijos. Así, el desarrollo de las etapas de la vida, ayuda a entender los fenómenos que suceden en cuanto a violencia se refiere y su impacto directo en la sociedad mexicana.

Palabras Clave: modelo epigenetico, desarrollo, violencia, México

Abstract
This paper studied how life stages and areas and modes of epigenetic model of Erik Erikson (Taken from the base model of psychosexual Freud) directly impact the formation of the personality of the members of a community and therefore also of an entire social system within a country. In turn, he was how violence plays an important role both as a cause and as a result of the situation in Mexico.
This is a theoretical research, with qualitative, phenomenological and hermeneutical method.
You are given more weight in this study for the explanation of the current situation Mexican, to the contributions made by others as Erikson, Goldberg and Gedo, Anna Freud, Balint, Guntrip, Fairbairn and Kernberg who give more importance to relations and affection between parents and children. Thus, the development of the stages of life, it helps to understand the phenomena occurring as it relates to violence and its direct impact on Mexican society.

Key words: epigenetic model, development, violence, Mexico.

Fecha recepción:     Diciembre 2014     Fecha aceptación:  Abril 2015


Introducción

Antecedentes y planteamiento del problema.

México vive momentos muy violentos debido al crimen organizado y los más afectados son no solo las víctimas de la privación de la libertad sino también las familias y sus integrantes al vivir una amenaza, presenciar la muerte de algún familiar o ser víctimas directas del crimen organizado en cualquiera de sus modalidades (secuestro, , etc.). Esto desencadena distintos síntomas y síndromes que afectan a toda una sociedad de forma directa o indirecta.
El presente trabajo estudió la literatura existente para generar conclusiones utilizando la teoría, técnica y teoría de la técnica que permitió estandarizar y entender los fenómenos que suceden en una sociedad envuelta en la violencia.
El punto medular y el supuesto de este estudio es que la violencia en México no nace a partir de la economía ni de la política. Sí están involucrados dichos factores y también hay antecedentes históricos pero dicha situación proviene de los aspectos psicológicos de cada individuo y más allá de esto, de aspectos metapsicológicos.
En otras palabras, la violencia que se vive en México es generada por una crianza patológica que se observa de generación en generación desde hace muchos años, pero no solo se debe ver desde este único punto de vista, sino también desde cómo hay un origen y cómo también hay situaciones ambientales que se suman, además hay fenómenos que re-activan situaciones creadas previamente.
Se parte de la premisa de que la realidad está en constante movimiento y por lo tanto no podemos aplicar un solo modelo psicológico estático.
Las patologías derivadas de situaciones violentas dan origen a la desigualdad que impera en México (niños de la calle, gente sin oportunidades, personas con discapacidades sin oportunidades reales de desarrollo, etc.) y a su vez generan problemas que van de la mano con el desarrollo social, cultural y económico del país. Por lo tanto se hace un círculo vicioso que no permite un desarrollo óptimo de las etapas de la vida del ser humano y el resultado es una sociedad patológica marcada por la violencia.
La modernidad obliga a apegarse más a los medios electrónicos, a una vida más acelerada y a educación menos personalizada, pero un factor importante que se pierde de vista es el papel del afecto y la salud emocional de las personas, que queda relegado a un segundo plano.
La búsqueda de bienestar económico, ha llevado también a un descuido de la crianza de los hijos que como ya se mencionó genera patologías  haciendo un círculo vicioso. Esto lleva a tratar de entender qué ocurrió primero. Solo se sabe que a mayores problemas económicos, menor calidad en la crianza de los niños (ya sea por estrés de los padres, por falta de tiempo, por falta de educación a ellos mismos, etc) y esto a su vez ocasiona problemas económicos, violencia, y toda una serie de consecuencias difíciles de detener.
Es por eso que se propone en este documento, un análisis basado en la anamnesis personal de cada individuo en una sociedad. A su vez se dan las bases suficientes para entender que la falta de un bienestar general en México no es de índole económica ni política, sino que es oriunda de la historia personal y de las estructuras psíquicas de cada individuo y por lo tanto son problemáticas que deben ser abordadas desde la psicología y en específico desde la metapsicología.

Justificación/pertinencia
Es importante porque daría bases para el entendimiento de lo que sucede con México en la actualidad desde una perspectiva psicológica y por lo tanto sería una respuesta profunda y con aplicación real. Así, se buscará entender cómo es la relación de estos padecimientos con la situación violenta actual de México que afecta a miles de ciudadanos y que a su vez impactan en el resto de la sociedad.

Objetivo General
El objetivo es ayudar a esclarecer que lo que sucede en nuestra sociedad no es fortuito ni de aparición espontanea y que no sucede solamente por cuestiones económicas, sino que puede haber una explicación por parte de la psicología clínica y el psicoanálisis para así entender las estructuras mentales y por lo tanto poder acercarnos a una tipificación más certera de lo que sucede en México, tanto a corto como a largo plazo. Así, se podrá encontrar soluciones más adecuadas para dicha problemática.

Procedimiento.
Se hizo una revisión exhaustiva de la literatura referente al desarrollo existente para entender los procesos psicológicos desde la infancia y su impacto en las etapas ulteriores de la vida. También se utilizó literatura de  psicología clínica para poder entender las patologías que se presentan, sin dejar de lado la teoría correspondiente a la explicación de las estructuras psíquicas.
De esta manera se obtuvieron las bases para vincular la teoría psicoanalítica, la técnica, el uso del manual diagnóstico estadístico y la observación clínica para poder obtener resultados concluyentes sobre el tema del desarrollo y la violencia, patologías narcisistas, antisociales, y otras relacionadas que se estudian en este trabajo.

El estudio psicoanalítico y psicopatológico
El estudio de lo que está sucediendo a nivel individual solo es posible a través de los procesos mentales basados en la anamnesis, que explica la formación de las estructuras de personalidad con ayuda de modelos epigenéticos y sustentados en la metapsicología (Rapaport y Gill, 1985). Es decir, una persona que fue criada de una manera adecuada, y mantiene una estructura de personalidad integrada y lo menos patológica posible, por más que esté tentada a corromperse, no lo hará debido a la estructura de personalidad de alta funcionalidad que mantiene al individuo con la capacidad de sentir culpa,  empatía y de un sentimiento de búsqueda de igualdad con su comunidad como comentaron Kernberg (1985) y Erikson (1950).
Por otro lado, una estructura de la personalidad de baja funcionalidad como dice Kernberg (1985) estará siempre en alto riesgo de corromperse con las situaciones externas o medioambientales y las personas son propensas a cometer actos violentos, crímenes.
Con esto es posible acercarse al entendimiento de que las estructuras se van formando desde etapas muy tempranas de la vida y no solo depende de que una persona tome una decisión de realizar una modificación en su vida y conseguirlo con éxito, sino que se requiere de todo un cambio estructural basado en la psicoterapia. No es imposible que solo con un acto de voluntad se pueda retirar alguna sintomatología o rasgos de carácter específicos, sino que es necesario todo un proceso.

Supuesto general
El supuesto es que hay un alto grado de relación entre la estructura de la persona, configurada en etapas tempranas de la vida y la sintomatología que se presenta posteriormente, siempre habrá  matices de la infancia. Es decir, patología previamente configurada que se presentará en el paciente en algún momento de su vida. La crianza patológica es una de las principales etiologías de dichos trastornos de creación ulterior en la vida de una persona.
Además, se puede evidenciar que la crianza de los individuos está íntimamente relacionada con el comportamiento adulto y por consecuencia impacta en la generación de violencia en la sociedad. No es el único factor, pero sí uno muy importante.
El tipo de investigación que se realizó es cualitativa con metodología teórica – empírica, con método hermenéutico interpretativo, fenomenológico. Se utilizó también la entrevista directa y lectura de teoría fundamentada.

Un modelo epigenético para explicar una sociedad.
Erik Erikson desarrollo un modelo epigenético (Erikson, 1950),  basado en las etapas psicosexuales de Freud (1905). El modelo epigenético explica que estas etapas se van construyendo una sobre la otra y que si una etapa no se superó o sufrió alteraciones graves, entonces las subsecuentes etapas tendrán ya deficiencias.
Lo compara como un edificio en donde si un piso no tiene los pilares firmes y resistentes, crecerá con una inclinación defectuosa por lo que el siguiente piso seguirá de la misma manera.
La etapa I que Erikson llama “confianza básica vs desconfianza“ (op.cit), es descrita como una etapa entre el nacimiento y el segundo año de vida, que no puede llamarse seguridad porque en realidad no se tiene la garantía total de que la madre estará ahí, ni sería lo esperado en un bebé de apenas meses de edad que pudiera lograr algo tan absoluto.
En cambio, sí puede tener un grado de confianza aceptable que indica que la madre pudo dar los cuidados básicos necesarios para la supervivencia del niño así como los requerimientos de amor que el niño solicita (lo que autores como Bion (1966) llamaron la capacidad de reverie o Winnicott (1951) hablaría de una madre suficientemente buena que es requerida para su desarrollo. Gracias a esto, dice Erikson (1950), el logro esperado del niño sería poder confiar en gran medida en que su madre regresará, en que puede desaparecer por unos minutos pero podrá volver, dando tranquilidad a un niño que en esos momentos no cuenta con las herramientas para sobrevivir en el mundo pero que además se encuentra en una etapa de omnipotencia y simbiosis con la madre.
La mismidad y continuidad de los proveedores es básica, esto es, que pueda estar tranquilo sabiendo que los padres estarán ahí y no cambiarán, ni ellos, ni su forma de tratarlo. De una falla en esta etapa se desprenden las patologías más severas como la esquizofrenia, depresiones profundas o trastornos esquizoides que muestran un desapego con el mundo externo y predominio de proceso primario de pensamiento.
Los mecanismos de defensa típicos derivados de esta etapa son la introyección y la proyección. Entonces el niño puede recibir el alimento que viene de su madre como un gesto de amor, introyectarlo y hacerlo propio mostrando confianza en la vida o proyectar en los demás todos esos atributos indeseables e intolerables poniéndolos en otros.
Es común ver a los pacientes psicóticos con una buena cantidad de ideas paranoides que provienen de esta situación y en algunos casos evolucioan a alucinaciones o delirios con un origen claro. Una madre que no da los cuidados necesarios, que no responde a lo que el bebé necesita ocasiona que el infante comience a alucinar o delirar lo que no puede obtener, de esta manera su estructura se va favoreciendo momentaneamente del proceso primario del pensamiento, dando la pauta para una futura psicosis o en casos menos dañinos, trastronos límites, esquizoides, esquizotípicos y paranoides.
La etapa II llamada “autonomía vs vergüenza y duda“  (op.cit), está caracterizada por una maduración muscular notoria donde se puede ver al niño aferrar y soltar a su placer.
El niño al estar en una edad entre los 2 y los 4 años de edad puede comenzar a decidir en pequeños aspectos de su vida y es importante que lo haga (esto favorece la autonomía ulterior del adulto) a la vez que se le enseña a no empecinarse con las cosas (aferrar /soltar).
La independencia que pueda dársele es vital para independencia en su vida futura, ya que de no tener esto, el niño se obsesiona con probar algo que no le fue permitido y a la vez le hace sentir culpable. Muestra de esto se observa en adultos obsesivos (además de que cursa en una etapa decisiva para la formación de dicho trastorno ya que se encuentra en la fase anal donde todo lo relacionado a la limpieza, el orden y el retener y soltar suelen fijarse para posteriormente activarse durante toda la vida del adulto. No es dificil ver que personalidades obsesivas, temerosas o dependientes por mencionar algunas, se formen a partir de la falla en este momento de la vida como puede verse en la experiencia clínica.
Por ejemplo las personalidades que tuvieron una excesiva exigencia aquí, van a sentir un gran fracaso en una labor que no pudieron concretar, así, entendiendo que se encuentra en una fase anal, los modos esperados son retener y evacuar los contenidos intestinales en el momento adecuado, el niño crece sabiendo que no fue capaz de lograrlo y eso sumado al narcisismo que puede estarse favoreciendo por la falta del apego de los padres, da la pauta para estructuras patológicas de baja organización estructural.
La etapa III llamada “iniciativa vs culpa“ (op.cit), es una etapa que se presenta alrededor de los 4 a los 7 años de edad y concuerda con la etapa fálica que Freud describió (1905). Lo esperado es que haya búsqueda de socialización y cooperación, al estar más vigoroso puede ya moverse con seguridad y estar más activo. Puede planear, y buscar logros. En el niño puede observarse una conducta de conquista, de lograr objetivos, manejar herramientas simples,  mientras que ne la niña puede observarse en la forma de búsqueda de despertar afecto volviéndose atractiva. Coincide por lo tanto con el complejo de castración y el complejo de Edipo, situación que los pone en peligro y puede generar culpa por el daño causado (en lo imaginario) al padre del sexo opuesto. Esto ayuda a la formación del superyó que dependiendo de cómo los padres ayuden a los niños a superar el complejo de Edipo, puede formarse un superyó cruel y severo.
Las carencias en esta etapa y los errores de los cuidadores primarios ocasionan desórdenes relacionados a la culpa y la falta de inventiva.
La etapa IV “industria vs inferioridad“ (op. Cit), se lleva a cabo de los 7 a los 11 años aproximadamente.
Es una etapa donde los niños se encuentran ya en edad escolar, tienen que seguir reglas (dependiendo de la formación del superyó) y se muestran como un trabajador y productor potencial. Comienzan a ver el alcance de sus habilidades y tratan de ir un poco más allá del simple juego (aunque sabemos que el niño siempre que juega también tiene implícitas otras actividades intrapsíquicas como ha mencionado Winnicott en su artículo “Por qué juegan los niños” (Winnicot, 1966). Comienzan a aprender de las personas que para ellos tienen un don y ya no solo del simple nombramiento. En el caso de un fracaso de los padres en brindar al niño lo requerido, viene un sentimiento de inferioridad y una dificultad para identificarse con compañeros de juego y esto termina por hacer personalidades conformistas, y en búsqueda de eficacia de trabajo sin ninguna profundidad. Es decir, en el mejor de los casos solo cumplen expectativas de manera superficial.
Entendiendo que las etapas primeras dependen en su mayoría de los cuidados de los padres y de las funciones de contención que estos puedan dar, ahora se hablará de una etapa que es un parteaguas entre la vida adolescente y la vida adulta. La etapa V llamada “búsqueda de identidad vs. confusión de identidad“ (op. Cit) se considera entre los 13 y los 21 años de edad aproximadamente. Es la etapa donde el adolescente busca identificaciones nuevas que reafirmen las pasadas o en ciertos casos, encuentra nuevas identificaciones que se sobreponen a las anteriores.
El adolescente tiene que probarse a si mismo, debe demostrar a los demás de lo que es capaz en lo motriz y lo intelectual. Pertenece a grupos, y busca la fidelidad con ellos. Busca la productividad como algo que la sociedad espera de él, y puede empezar a ser fiel a una pareja amorosa. No siempre los saldos son favorables en esta etapa (ya influida como se mencinó antes por etapas anteriores) es probable que no tolere las burlas hacia él, que no encuentre un lugar al que pertenece y de ahí los cambios repentinos de forma de vestir actuar etc.
Si se analiza a detalle esta etapa, se puede observar personas de incluso más de cuarenta años que continúan fijados en ella, es decir, personas que aún requieren de la aceptación de los demás para tener autoconfianza, y de ahí que no sean capaces de tener logros convincentes y de productividad real. Es por ello que ante tal falla, comienzan a buscar desesperadamente grupos a los cuales pertenecer para lograr esa aceptación.
De aquí que los programas de televisión norteamericanos tienen influencia en los jóvenes de México y se busca con cumplir los estándares de belleza y conductas de Estados Unidos. Esto también se observa en los políticos y personas que están a cargo del país y en general del mundo. Personas que necesitan de la admiración de los demás, de ser protagonistas y en términos generales caer en actitudes infantiles o juveniles, por ejemplo pelear a golpes en la cámara de diputados, buscar la obtención de autos de lujo y bienes materiales para sentir que pertenecen a cierto grupo social o simplemente demostrar su supuesta superioridad con lujos o belleza física.
En esta etapa hay una situación de importancia capital para la consolidación del trastorno antisocial (previamente disocial). Los adolescentes al sentirse confundidos, que no pertenecen, o que no son nadie (gracias a la falla de las etapas anteriores) deben tomar una decisión: seguir siendo “nadie” como se los hicieron sentir sus padres y figuras importantes, o ser delincuentes que al  menos representan “algo” en la sociedad. Esto  explica el porqué un adolescente se inicia en las conductas delictivas, llámese pandillerismo, afiliación a grupos criminales o simplemente llevar a cabo actos criminales como robo, estafa etc. Ahora ya son “alguien” y ese hecho “conjura” la desconfianza básica, vergüenza, duda, culpa, inferioridad y en general las carencias que se presentaron y errores en la crianza en etapas tempranas y al ponerlo en un contexto social, afecta a todo un país de manera importante.
Las etapas VI y VII llamadas “intimidad vs aislamiento“  y  “generatividad vs estancamiento“ (op.cit),  (que se presentan deneralmente de los 18 a los 40 años),  hablan de que el individuo es capaz de comprometerse con una pareja y con la institución en la que se labora, así como ese compromiso a sus creencias y valores. Logra dejar atrás las emociones juveniles, la búsqueda de la promiscuidad (característica de una personalidad infantil) y aceptar la declinación de aventuras para acercarse más a situaciones productivas, de cuidado de la familia y de bienestar en el núcleo familiar. Cuando esta etapa sufre alteraciones, no se hacen esperar las conductas de infidelidad, la irresponsabilidad y la preferencia a vivir solo que en pareja. A menudo la clase política, dirigentes de grandes empresas, gobernadores, hasta dirigentes de un país suelen ser descubiertos en líos amorosos con tintes juveniles, o desde simples conductas y actos deshonestos hasta con la perpetración de fraudes en su trabajo y actos criminales o violentos.
Por último tenemos la etapa VIII “integridad vs. desesperación“ (op. Cit), que nos habla de la edad adulta (60 años en adelante aunque no solo podemos observarla en personas alrededor de esta edad sino que puede ser incluso vista desde los 30 años o incluso antes en algunos casos) donde el individuo ya no busca solo el bienestar propio y de su familia, sino ahora se enfrenta a la tarea de dejar algo a la comunidad y evitar la desesperación que siente el ser humano al no ver cumplidas sus expectativas. Esta viene de cuando el sujeto echa una mirada atrás en su vida y observa lo que ha logrado, lo que ha construido y hace un recuento de qué tanto ha valido la pena lo que ha hecho. Es una etapa donde se encuentra más placer en lo que puede enseñar y dar a los demás que lo que él puede obtener. El momento de la desesperación llega cuando se da cuenta del tiempo perdido, de que no ha dejado nada o muy poco y comienza el temor a la muerte. Erikson (op cit) explica que en el caso contrario, alguien que ha tenido logros durante su vida, que ha dado, que ha enseñado, es capaz de sentirse tranquilo debido a que no hay la premura como en el caso contrario para enmendar los errores cometidos.
Con esta explicación epigenética podemos entender un poco más del porqué del apego de un sector de la población mexicana a la cultura estadounidense que como hemos comentado ya, es imposible de lograr sin los medios económicos. Los individuos con personalidades límite, narcisista, histriónica, antisocial y en general grave de la personalidad (Kernberg, 1985) caen en esas fallas de identidad y esta situación termina convirtiéndose en un problema social que generalmente termina en  la adhesión a grupos delictivos para lograr acceder a ese nivel económico que les permite vivir el estilo de vida que buscan copiado de una sociedad y economía distinta a la mexicana.
Ahora puede aclararse que no puede haber estructuras que se gesten en etapas tardías de la vida como en la adultez y de forma espontanea. Es aquí donde se explica la etiología y por lo tanto se puede desechar la idea de que un solo evento traumático en la adultez puede originar la desorganización de la estructura que deriva en un trastorno antisocial(criminal), límite(inestable) e incluso las psicosis(esquizofrenia o trastorno delirante) entre otros.
Por el contrario tampoco es posible que una estructura pueda cambiar de una patología a la estabilidad emocionalmente con un acto de voluntad sin un proceso terapéutico.
Esto se aplica a la realidad en México; la violencia no se ha creado de forma espontanea, no es solo causa de factores económicos que hacen que la gente súbitamente delinca.
Más bien se forman estructuras desde etapas tempranas para ser detonadas en algún momento posterior en la vida por eventos desencadenantes. Esta explicación proviene de la idea de la formación del yo en etapas primitivas y tempranas donde se deben integrar los objetos pero esto no se logra y por ello hay labilidad yoica y por lo tanto, indiferenciación del yo-no yo típica de la psicosis.
La labilidad yoica es otro concepto que es estudiado por Kernberg y colaboradores (Kernberg, 1985) y es clave para el entendimiento y diagnóstico de trastornos psicóticos y límites. La labilidad del yo se entiende como el predominio de operaciones (mecanismos de defensa) primitivos, falta de control de impulsos, intolerancia a la ansiedad (que no significa que se medirá la cantidad de ansiedad, sino cómo  puede el paciente reaccionar ante ella), falta de desarrollo de canales de sublimación, es decir falta de movimientos creativos y de utilización de energía para propósitos no agresivos directos, propensión al proceso primario del pensamiento (pensamiento mágico, infantil o desestructurado) y la más importante; la prueba de realidad debilitada que se entiende como la incapacidad de un individuo de observar la realidad como es (sin alucinaciones ni delirios).
Al hacer esta revisión, se puede tener datos para entender que un paciente que vivió en un ambiente de violencia, que fue criado con carencias, sin favorecer la integración de su yo, con predominio de mecanismos de escisión en vez de represión y en general con una falta de empatía por parte de los padres y funciones de contención al niño, va a generar trastornos en su mayoría relacionados o con la psicosis o con el cluster B del Manual diagnóstico DSM-5. Estos son: Trastorno límite de la personalidad, narcisista, histriónico y antisocial.

Clasificación psicopatológica del carácter.
Para completar un poco más el supuesto, se incluye ahora la clasificación psicopatológica del carácter de Otto Kernberg (1998) en su libro “La teoría de las relaciones objetales y el psicoanálisis clínico” que nos ayudará a tener mucho más claro el cuadro y relacionarlo con las ulteriores descripciones de los trastornos de la personalidad.
Para este estudio solo profundizaremos en el nivel bajo de organización estructural (propio de los trastornos graves de la personalidad).

Nivel inferior de la organización patológica del carácter:
Son personas que tienen un superyó con una integración mínima (evidente ausencia de límites) y una casi nula capacidad de sentir culpa, presentan rasgos paranoides (ideas de que alguien quiere dañarlos). Buscan de forma narcisista el poder, riqueza, admiración de los demás. Primordialmente se presenta la escisión aunque pudiera en ciertos casos no presentarse. No tienen empatía por los objetos en su totalidad (ven parcialidades), es decir, se relacionan solo con el físico de las personas o con solo una pequeña parte de la personalidad del otro más no pueden verlo completo como una persona con virtudes y defectos integrados y todas las características que lo integran. No hay control de impulsos y falta de canales de sublimación(no tiene actividades donde descargue energía de manera adaptativa vg. en el deporte, en el arte, en el estudio, etc.
También es característico en estas personalidades el fracaso en actividades creativas y se mantienen en un pensamiento primario del pensamiento (amoral, atemporal, aespacial, paleológico y basado en imágenes), son caóticos y con predisposición al abuso de drogas, alcohol, y desviaciones sexuales múltiples. El único punto que hace que este nivel de organización no sea psicótico es que en este grupo hay prueba de realidad (nitidez y capacidad de discernir entre lo real del mundo externo y lo irreal del mundo interno) por ejemplo ante un evento disociativo, son capaces de entender que lo que sucedió fue producto de su mente o un estado alterado de conciencia, mientras que en los pacientes psicóticos no la hay, no son capaces de discernir entre lo real y lo fantástico. En esta clasificación podemos ubicar las personalidades infantiles, narcisistas, antisociales y límites. (op. Cit)

Conclusiones
Los criminales, mantienen una estructura límite combinada con algun trastorno de la personalidad como el antisocial o el narcisista, lo que Kernberg (1985) llama trastornos graves de la personalidad. Por lo tanto un trastorno grave de la personalidad conformado por la combinación de un límite y un narcisista, generalmente entra en una categoría de baja organización (que ya ha sido descrita en este trabajo). Si revisamos la tipificación de su personalidad veremos que coincide en lo que normalmente observamos de por ejemplo los narcotraficantes  que incluso al ser capturados siguen mostrando conductas retadoras, faltas de culpa, megalomaniacas, incapaces de empatizar, etc.
La conclusión más importante de este trabajo es que los trastornos y la problemática que se vive en México tiene su origen en cada individuo y sus primeros años de vida, en el afecto que reciben de sus padres y en una crianza adecuada.
Por ahora tenemos evidencias que nos acercan a la explicación de que la formación de la estructura psíquica, el moldeamiento de la personalidad y el self en la infancia así como el mundo de las representaciones, se forman en las etapas más tempranas de nuestra vida desde el nacimiento hasta los seis años de edad aproximadamente basada en la crianza temprana, más que de sustratos biológicos aunque estos no quedan excluidos.
Cabe mencionar que una estructura que entra en la clasificación baja puede ser modificada para acceder a una organización media, pero esto solo es posible por medio de la psicoterapia y solamente cuando el sujeto tenga la intención de ser tratado en dicha terapia y esto se debe a que como se explica en este trabajo, la estrucutra no es de creación espontanea sino creada desde la infancia y por lo tanto el tratamiento no puede ser tan solo sintomatológico sino que debe ser etiológico, es decir, se debe ir a la causa.
Desafortunadamente las veces que estas personas deciden entrar a un proceso psicoterapéutico son las menos.
La estructura psíquica de la clase política de México no está lejos de la ya mencionada de los narcotraficantes: poseen rasgos narcisistas, límites, antisociales y una organización patológica baja. Desde su infancia se dejan influir fácilmente por los medios de comunicación y ahí se hace un juego donde la sociedad desea vivir un estilo de vida que no puede vivirse en México en la actualidad.
Así, las personas con trastorno grave de la personalidad son capaces de realizar cualquier acto (incluyendo ilícitos) para lograr esa capacidad económica, y no tienen capacidad de sentir remordimientos ni culpa para coludirse con el crimen organizado. De esa manera crece el narcotráfico y la violencia por sujetos con trastornos antisociales que crían a su vez hijos que desarrollarán patologías similares, y finalmente la sociedad es quien sufre las consecuencias.
Es por todo esto, que no solo se debe poner atención a la economía de un país, sino que no puede ser omitido el estudio de la crianza adecuada en los infantes para evitar una patología generalizada en un país que conlleva a una vida violenta. La solución no está en la economía ni en la implementación de sistemas de seguridad (policía, ejército, armamento, etc) sino en la crianza adecuada que pueda ser permeada a todos los niveles de la sociedad para que de esta manera la sociedad se desarrolle de una manera más sana a nivel emocional y esto a su vez, impacte en la sociedad en todos los ámbitos; cultural, social, económico y de salud.
Erikson (1950) dice que pareciera una utopía pero todo modelo debe tenerla para poderlo entender y tener una guía. En el caso del modelo de Erikson es que deberían poderse reunir el orgasmo con las necesidades sexuales y de producción. En otras palabras lograr unir el trabajo, la sexualidad y el amor. Esto  llevaría a tener cada vez más padres sanos, informados y dispuestos a lograr una crianza con amor. Esto generaría niños creciendo con guías responsables, con afecto y desarrollando cada una de sus etapas, si no te forma perfecta, sí de la manera más óptima posible que ayudaría a un país a liberarse de la violencia.

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