Consumo de Drogas y Percepción de Riesgo en Jóvenes del CUValles de la U. de G.

Drug Use and Perceptions of Risk Youth CUValles U. of G.

Sergio Eduardo Arévalo Contreras
Universidad de Guadalajara
sergio.arevalo@valles.udg.mx

Francisco E. Oliva
Universidad de Guadalajara
francisco.oliva@profesores.valles.udg.mx

 

Resumen
El trabajo se desarrolló durante el periodo de Julio-noviembre del año 2015, al interior del Centro Universitario de los Valles de la Universidad de Guadalajara (CUValles) con estudiantes de la propia dependencia, participando en su estructura e indagatoria el Mtro. Sergio Eduardo Arévalo Contreras y el Mtro. Francisco E. Oliva, así como un grupo de apoyo de estudiantes de la carrera de psicología del 4° semestre de la asignatura reporte de investigación de campo.

Palabras clave: Consumo, sustancias psicoactivas, adicción, prevalencia, factores de riesgo.

Abstract
The work was conducted during the period July to November 2015, within the University Center of Valleys of the University of Guadalajara (CUValles) with students from the unit itself, participating in its investigation and Maestro. Sergio Contreras Eduardo Arevalo and Maestro. Francisco E. Oliva, and a support group of students from the psychology of the 4th semester of the subject field research report.

Key words: Consumption psychoactive substance addiction, prevalence, risk factors.

Fecha Recepción:     Septiembre 2014     Fecha Aceptación:  Diciembre 2014


Introducción

Justificación:

Las adiciones en la actualidad son vistas por lo jóvenes como una circunstancia de moda, ya que un gran porcentaje  estudiantil en grado superior, lo expresado en alguna de sus charlas locales. Por otro lado, la facilitación en el mercado de las drogas y sustancias adictivas   y su fácil acceso a cualquier tipo  particularmente alcohol, tabaco y mariguana, permite por otro lado que los jóvenes se incluyan fácilmente en dicho circunstancia.
Apegado a lo anterior y contando con un universo  de universitarios, es inquietante conocer si los estudiantes del universo del CUValles presentan tales influencias, por lo que nos avocamos a la búsqueda de información sobre el tema, a la vez de contrastarlo posteriormente con la realidad de los mismos estudiantes.
Una vez clarificados teóricamente, se propuso  estructurarlo en dos partes fundamentales:
En  primer lugar se describen aspectos conceptuales y etiológicos del consumo de sustancias psicoactivas y de conductas adictivas en jóvenes universitarios. Y en un segundo momento  se presentan los factores de riesgo y protección, como variables
moduladoras en el inicio y/o mantenimiento de la conducta de consumo, describiendo la relación que existe entre la percepción de riesgo y la misma.
Por lo anterior tenemos  que se detectó que  los jóvenes universitarios del CUValles,  presentan prevalencias muy elevadas para las diferentes drogas analizadas (alcohol, tabaco, psicofármacos con y sin receta, cannabis, cocaína y alucinógenos); encontrando que aquellos jóvenes universitarios que presentan un mayor consumo son los que presentan, a su vez, menor percepción del riesgo asociado a las sustancias y encontrando también, diferencias significativas en cuanto al tipo de relación que establecen con las mismas.

Con base a lo anterior nos  propusimos  “Determinar los factores de riesgo y protección y cómo actúan como variables moduladoras en el inicio y/o mantenimiento de la conducta de consumo.

Fundamentación teórica:

Consumo de sustancias.
En la actualidad, los jóvenes y el consumo de drogas que presentan se ha convertido en una de las preocupaciones más importantes para la sociedad (García, 2004). Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) casi dos tercios de las muertes prematuras y un tercio de la carga total de morbilidad en adultos están asociados a enfermedades o comportamientos que tienen su comienzo en la juventud; siendo para los profesionales implicados en el abordaje clínico-terapéutico y preventivo muy necesario, conocer cuáles son las tendencias de consumo actuales y los tipos de sustancias utilizadas o los nuevos patrones de uso y toxicidad imprescindible para un conocimiento adecuado de la problemática.
Para ello, se cree necesario antes de iniciar la lectura de este trabajo de investigación, realizar una delimitación conceptual de los términos más utilizados en el fenómeno de las drogodependencias y adicciones que nos ayudará a tener una mayor comprensión de la problemática que estamos tratando y clarificará algunos de los conceptos estudiados, como pueden ser el consumo esporádico o experimental, conductas adictivas, dependencia psicológica, percepción de riesgo, etc.

Fundamentación teórica
En 1982, la OMS intentó delimitar aquellas sustancias que producían dependencia y apareció el concepto de Droga de Abuso como “aquella de uso no médico con efectos psicoactivos (capaz de producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y el comportamiento) y susceptible de ser autoadministrada”.

Para el DSM-IV-TR, existen dos tipos de trastornos asociados a las diferentes sustancias o drogas. En primer lugar, trastornos por consumir sustancias de forma más o menos continuada, en cuyo caso, estamos hablando de abuso y dependencia. Y trastornos inducidos por las sustancias como son la intoxicación, abstinencia, trastorno psicótico, delirium, etc…
Así, el concepto de Abuso se define como un patrón desadaptativo de consumo que conlleva un deterioro significativo en las obligaciones personales o se consume en situaciones de riesgo o se asocia a problemas legales o el sujeto continua consumiendo a pesar de las consecuencias sociales que le ocasiona, en áreas significativas como salud física, psíquica, relaciones familiares, laborales y sociales. El abuso de una sustancia psicoactiva se da cuando hay un uso continuado a pesar de las consecuencias negativas derivadas del mismo (Álvarez et al., 2005).
Tendencias actuales de los consumos y fenómenos emergentes.
Los jóvenes del siglo XXI se caracterizan por ser policonsumidores. Cuando consumen, lo hacen con varias sustancias, por ejemplo, el que consume tabaco, también suele consumir alcohol y cannabis, y el que consume cocaína, suele consumir también éxtasis, anfetaminas y alucinógenos (Trujillo-Pérez, 2007).
Otra característica es que suelen consumir en grupo. Si el grupo de iguales (los amigos) consume, las posibilidades de que el joven consuma, aumentan. En este sentido, la presión de grupo ejerce una influencia demoledora. Otro dato interesante sobre las pautas de consumo de los jóvenes es que consumen durante su espacio y tiempo de ocio, esto es, durante el fin de semana. Además, cabe señalar que el perfil actual del joven consumidor está relacionado con una vida resuelta y estructurada a nivel familiar y personal. Viven y dependen de su familia y suelen estar estudiando. Incluso a edades más avanzadas, suelen estar trabajando.

 Lejos está ya la imagen asociada de la drogodependencia o el problema del abuso de sustancias con entornos desfavorecidos y familias desestructuradas (Trujillo-Pérez, 2007).
En dicho sentido el Modelo Biopsicosocial se centra en una perspectiva multidimensional del problema considerando el conjunto de factores biológicos, psicológicos y sociales como los determinantes de la conducta. Considera aspectos cognitivos, afectivos y ambientales que definen la realidad del sujeto e interactúan con los componentes biológicos (Martíns et al., 2008).
Desde el enfoque Biopsicosocial, se recoge la importancia de promover la responsabilidad individual y social en el mantenimiento de la salud, entendiendo
ésta como un proceso de desarrollo continuo a nivel físico, psíquico y social, este enfoque,se entiende por factor de riesgo aquel conjunto de circunstancias, hechos y elementospersonales, sociales o relacionados con la sustancia que aumentan la probabilidad de que unsujeto se inicie y se mantenga en el consumo de sustancias psicoactivas. Son aquellascondiciones de posibilidad que pueden confluir en un momento determinado y aumentar lavulnerabilidad de una persona respecto al consumo las drogas

Percepción de riesgo.
A pesar de la constatación de los riesgos físicos, psicológicos y sociales del consumo de drogas, se constata una escasa conciencia del daño ocasionado en población juvenil (Bach i Bach, 2000) ya que la juventud se considera un periodo evolutivo donde se percibe el riesgo de una forma diferente y por tanto conductas como el consumo de sustancias se perciben como menos perjudiciales que en otros periodos evolutivos. (Ballester, Gil y Girardo, .2000).

Conceptualización de Adicción Conductual
Según Hernández & Solano (2008), “una adicción sin droga es aquella conducta repetitiva que resulta placentera, al menos en las primeras fases, y que genera una pérdida de control en la persona, con una interferencia grave en su vida cotidiana a nivel social, laboral y familiar”
Objetivo:

Determinar las características presentes en los jóvenes con mayor prevalencia e identificar los principios que subyacen a los cambios de comportamiento, de usar o  no usar drogas.
Método: Correlacional.
Diseño
Se ha utilizado un diseño de investigación  prospectivo, no experimental y descriptivo.

Participantes.
Para la determinación del tamaño de la muestra para el estudio se partió de una simulación realizada con el paquete estadístico EpiInfo 2000, que para un total de 5.000 estudiantes universitarios del CUValles de la Universidad de Guadalajara, el 1% de frecuencia esperada, con un margen de error de 0,01, la muestra mínima debían ser 333 sujetos, sin embargo, se optó por la ampliación de la muestra a 500 sujetos. El muestreo se hizo estratificado, teniendo en cuenta el número de matrículas del semestre anterior. De los 500 estudiantes universitarios (42% fueron hombres y 56% mujeres) de los diferentes programas educativos, de las cuales el 25% estudian la carrera de psicología, el 15% una carrera de derecho, mientras que el 60% restante de las demás carreras.

Por edades la muestra se distribuye en un 53% de 18-20 años, un 30,6% de 21-23 años, un 11,1% de 24-26 años, un 5,3% de 27 años o más.

Instrumento.
Para el  estudio que compone esta trabajo, se elaboraron dos cuestionarios ad hoc.
El cuestionario elaborado constaba de varios bloques de preguntas: las principales preguntas estaban orientadas a describir los patrones de consumo de las diferentes sustancias (alcohol, tabaco, psicofármacos, cannabis, cocaína y drogas de diseño) en función de variables como la edad, el sexo, los estudios universitarios, la religión, la política, características familiares y el nivel socioeconómico. Las preguntas se dividían por drogas, dando cuatro opciones de respuesta: nunca he consumido, alguna vez en la vida, en los 12 últimos meses y en los 30 últimos días.

Procedimiento.
Se contó con la aprobación científica del comité de ética de la coordinación de investigación y posgrados del CUValles.
La recogida de datos de la muestra de estudiantes se realizó durante el curso escolar en horario lectivo de clase.

Resultados
Para valorar la frecuencia con la que consumen los jóvenes universitarios se estableció una escala de respuesta con las siguientes opciones: 1) No, nunca, 2) Sólo lo he probado una vez, 3) Esporádicamente, 4) Sólo los fines de semana, 5)
Los fines de semana y algunos días entre semana, 6) Todos los días de la semana.

Sin embargo, para calcular el ANOVA, se agruparon los datos en tres categorías: una de no consumo donde se aglutinaban los datos de la respuesta “no, nunca” y “sólo lo he probado una vez”, otra que era la opción directa de esporádicamente, y por último, una categoría de consumo habitual donde se unieron las respuestas de las opciones “solo los fines de semana”, “los fines de semana y algunos días entre semana” y “todos los días de la semana”.

La frecuencia de consumo de sustancias en esta muestra de estudiantes universitarios ha sido, para el tabaco, el 67,2% no fuman, el 10,3% lo hacen esporádicamente y un 22,5 habitualmente. Para el alcohol, el 16,5 no consume, frente al 28,8% que lo hace esporádicamente y el 54,7 % que lo hace habitualmente. Por último, el consumo de psicofármacos presenta un 92,4% de jóvenes que no consumen, un 6,33% que lo hace esporádicamente y un 1,3% habitualmente.
Según el ANOVA, cuando se compara el consumo de alcohol  con los distintos riesgos, no hay diferencias entre los grupos de consumo en cuanto a los problemas de tráfico, pues todos identifican riesgo de tener un accidente de tráfico cuando se consume alcohol.
Sin embargo, cuando los posibles riesgos son problemas psicológicos o físicos importantes problemas en las relaciones interpersonales problemas legales, disminución de ciertas capacidades para realizar una tarea y problemas de salud irreversibles, el grupo que consume habitualmente los valora con una puntuación baja y aquellos grupos que consumen esporádicamente o no consumen nunca los valora con una puntuación más alta, dichas diferencias son estadísticamente y descriptivamente significativas.

Discusión
Se puede decir que en general aquellos jóvenes universitarios que consumen habitualmente valoran con una menor puntuación los diferentes riesgos asociados al consumo. Saber si los sujetos que consumen habitualmente tienen una menor percepción de riesgo es muy interesante y refuerza el dato empírico arrojado por otras investigaciones con muestras de edades inferiores (Espada, Pereira y García-Fernández, 2008; Fundación Santa María, 2005; Geoffrey, Kristin y Faith, 2008;
Hernández y Solano, 2007; Martins, Chile, Alexandre y Chilean, 2008; Moral, Ovejero y Pastor, 2004; Moral, et al., 2006), pero conocer qué riesgos están vinculados al consumo habitual de sustancias como el tabaco, el alcohol y los psicofármacos es también de gran relevancia. Así, poder predecir qué riesgos están vinculados al consumo habitual de estas sustancias ayudará en la planificación de programas de prevención con población universitaria.
Por último, los consumidores de psicofármacos valoran, en general, con una puntuación baja los posibles riesgos asociados a su consumo. Se dan diferencias significativas para todos los riesgos cuando comparamos la puntuación media que cada uno de los grupos le otorga a cada uno de los posibles riesgos. El grupo que no consume es el que mayor percepción de riesgos presenta. Como limitaciones determinadas por el propio diseño del estudio, destaca la recogida de datos en la propio aula, que si bien es el entorno más accesible, también conlleva un cierto sesgo de selección que conlleva una infraestimación en los resultados, ya que los alumnos que van a clase con regularidad son los que tienen hábitos de vida más saludables y el sesgo de deseabilidad social inherente al uso de auto informes, aunque es de suponer que no será muy alto, ya que se garantizó a los participantes su anonimato (Font-Mayolas, et al., 2006).

CONCLUSIONES.
Cada vez son más los trabajos científicos que alertan de la progresiva normalización del consumo de sustancias entre los jóvenes. El alcohol, los psicofármacos y el cannabis, principalmente, la cocaína y las drogas de síntesis, en menor medida, forman parte del espacio recreativo de muchos jóvenes, constituyendo un motivo de gran preocupación en la actualidad.
La mayoría de los estudios realizados en México y España, confirman la existencia de un consumo de drogas tanto legales como ilegales y algunos de ellos señalan algunos factores asociados a este comportamiento principalmente de disponibilidad, variables sociodemográficas o familiares.
Sin embargo no sólo la disponibilidad de drogas, o ciertas relaciones familiares, o ciertos resultados académicos, o ciertos hábitos de ocio son los que predisponen al uso de drogas, sino que se trata de un fenómeno en el que intervienen diversas combinaciones de esas variables.

Bibliografía
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