El presente estudio de revisión sistemática tuvo como finalidad investigar publicaciones relacionadas con las habilidades blandas y su influencia en el liderazgo directivo. Su objetivo principal fue descubrir cómo se vinculan estas variables. Según estadísticas sobre liderazgo directivo y su efecto en el desarrollo educacional, es necesario identificar los problemas asociados, como insuficiencias del sistema educativo, falta de incentivos para un liderazgo efectivo o la tendencia a descuidar las habilidades blandas al priorizar el logro de metas sobre el aspecto emocional. El estudio se diseñó bajo un enfoque cualitativo, con el propósito de evaluar publicaciones electrónicas y tesis sobre las habilidades blandas y su relación con el liderazgo directivo. Se buscó sintetizar esta información y contextualizarla para facilitar la toma de decisiones. Se buscaron e indexaron artículos de diversas publicaciones periódicas y repositorios, utilizando operadores booleanos como AND, OR y NOT. También se utilizaron bases teóricas de diversos autores para sustentar la revisión bibliográfica. En la recopilación de información se utilizaron palabras claves como habilidades blandas, liderazgo, relación, educativo. Se concluye, con base en los artículos y tesis revisados, que existe una relación estrecha entre las habilidades blandas y el liderazgo directivo.

A nivel internacional, el liderazgo es considerado el segundo factor más importante por los organismos internacionales para evidenciar los logros de aprendizaje (Unesco, 2023). Aguirre, Serrano y Sotomayor (2019) afirman que tal noción se encuadra como perteneciente al constructivismo.

Por su parte, Fernández, Lozano y Cabrejos (2022) afirman que las habilidades blandas constituyen un factor clave para la calidad de la educación. Estas habilidades se definen de manera similar a las habilidades socioemocionales, y se enfocan en desarrollar la afectividad, la confianza, el conocimiento del mundo, la habilidad social y las actitudes positivas.

Pocos programas educativos consideran las habilidades blandas, a pesar de ser esenciales para mejorar los resultados académicos y sociales. Uno de los problemas que enfrentan es la dificultad de definir cómo aplicar los procesos de desarrollo psicológico y cultural a políticas educativas efectivas y medibles. Las instituciones educativas del campo cultural en Perú tienen problemas para desarrollar actividades de trabajo en equipo, estrategias para mejorar la interacción interpersonal o la resolución de conflictos en el ámbito psico cultural. Esto se debe a la falta de capacitación de los docentes, la falta de experiencia en el tema, la resistencia a los cambios de ideas, la carga burocrática excesiva y el tiempo limitado de las clases. Por lo tanto, la cuestión se enfoca en las habilidades personales y culturales, que deben adquirirse a nivel individual y comunitario, en lugar de depender de decretos y programas narrativos de entidades oficiales, aunque bien intencionados. En consecuencia, es razonable afirmar que la falta de desarrollo de habilidades personales en los maestros incrementa las deficiencias en la implementación de políticas educativas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró en 2014 que es crucial que los líderes del sector educativo utilicen sus habilidades directivas para lograr resultados deseados en la gestión educativa. Esto implica factores como la planificación, la organización y el seguimiento de procedimientos para una gestión eficaz. Un director docente debe estar preparado para resolver problemas y cumplir con sus responsabilidades en el ámbito educativo y científico.

Además, según la Unesco (2015), el Ministerio de Educación de Ecuador necesita habilidades administrativas para gestionar el aprendizaje de los estudiantes. Se enfatiza que estas habilidades pueden ayudar a administrar mejor los centros escolares, creando un ambiente de trabajo ideal con participación familiar y creando un ambiente de aprendizaje favorable. Aunque muchas situaciones de violencia escolar no afectan directamente la armonía personal y laboral en la escuela, sí influyen en el comportamiento de los estudiantes tanto en la comunidad como en el hogar. Como resultado, es fundamental investigar estas situaciones para comprender qué sucede realmente con la cooperación escolar, que ayuda al equipo administrativo de una institución educativa, de acuerdo con las especificaciones de este estudio.

La gestión directiva en Perú se refiere a la habilidad de establecer una conexión adecuada entre la estructura, las estrategias, el sistema, las personas y los objetivos de nivel superior de la institución. Esto demuestra que la gestión del director tiene un impacto en todas las fases del mejoramiento y consolidación institucional, de acuerdo con su orientación y dirección estratégica, su enfoque cultural, el entorno de trabajo y su estilo de liderazgo (Beltrán, 2017, citado por Mogrovejo, 2021). La gestión directiva es esencial para aquellos que trabajan en este ámbito porque ayuda a mantener la atención en los objetivos establecidos y las tareas que se han asignado para dirigir la administración de manera adecuada. En 2015, el Marco de Buena Dirección Nacional, del Ministerio de Educación del Perú, fue actualizado para orientar a los directores y directoras y sus equipos directivos. Esto se debe a los importantes avances en las definiciones teóricas, los hallazgos de la investigación y la capacitación profesional en el liderazgo escolar a nivel nacional e internacional. Para desarrollar y fortalecer a los líderes escolares nacionales, el Marco para la Buena Dirección y el Liderazgo Escolar (MBDLE) conceptualiza prácticas y habilidades personales esenciales. El MBDLE también se considera fundamental para la eficiencia educativa, ya que promueve prácticas de liderazgo efectivas y un lenguaje común entre los actores educativos. A través de la promoción de un lenguaje común que fomente la comprensión y la reflexión colectiva sobre el liderazgo escolar, entre otras cosas, su objetivo es guiar la acción de los directivos escolares y su formación y autodesarrollo (Minedu, 2021).

Las variables de la presente investigación ya han sido objeto de estudios previos. En el ámbito internacional, un estudio en Venezuela tuvo como objetivo mostrar la problemática de la subjetividad al implementar planes de habilidades blandas dirigidos a los líderes educativos (Aldaz et al., 2024). El estudio, de tipo cuasiexperimental, contó con una muestra de treinta profesores. Los resultados del examen previo y posterior muestran una diferencia significativa de las medias. Se ha comprobado la hipótesis alterna y se ha llegado a la conclusión de que el uso del programa de habilidades blandas puede lograr un liderazgo directivo efectivo.

Vieira et al. (2024) realizaron un estudio, publicado en la revista Importancia de las Habilidades, que buscó identificar las habilidades blandas en empresarios turísticos de Colombia. La investigación empírica contó con una muestra de 102 directores y 9 maestros de capacitación turística. Se concluyó que las habilidades de liderazgo, comunicación y trabajo en equipo son esenciales. En conclusión, las habilidades blandas pueden jerarquizarse, agruparse y evaluarse de diversas maneras, destacando su importancia en la gestión directiva.

Sánchez et al. (2022) buscaron examinar el dominio de las habilidades blandas en estudiantes universitarios y su influencia en la empleabilidad. Se recopilan datos bibliográficos de publicaciones de los últimos cinco años que se encuentran en buscadores bibliográficos. La investigación, de tipo descriptiva y documental, recopiló datos de publicaciones de los últimos cinco años disponibles en buscadores bibliográficos. Los estudiantes de nivel superior aplazan el dominio de estas habilidades y su desarrollo, lo que resulta en una demanda de habilidades blandas en los centros laborales. Se llega a la conclusión de que es necesario tomar medidas urgentes para atender a la creciente demanda de habilidades blandas para que los egresados tengan más oportunidades laborales.

Córdova et al. (2021) buscan determinar el enfoque del liderazgo de los directivos escolares. Se tomó como referencia a los artículos publicados recientemente sobre el tema. Es necesario valorar el nivel de liderazgo y cómo afecta el desempeño de los docentes, así como su comprensión de los estilos de liderazgo para una cultura inclusiva y una capacitación adecuada. Concluyendo, el análisis del desempeño de los directores debe basarse en su eficiencia y compromiso en función de su capacidad para gestionar el aprendizaje. Desarrollar a los líderes a través de conceptos estratégicos, trabajo colaborativo y relaciones interpersonales.

En su artículo, Cuesta y Moreno (2021) intentaron revisar documentos sobre liderazgo educativo y su conceptualización. Se realizaron 87 revisiones de documentos provenientes de bases de datos iberoamericanas. Los hallazgos indican que las definiciones de liderazgo educativo y liderazgo escolar son ambiguas. Al hablar de liderazgo, se refiere únicamente a la administración, aunque en la práctica no se limita en gran medida a estos entornos. En conclusión, para evitar distorsiones en la epistemología y la acumulación de contenidos, es necesario formular teorías de liderazgo desde la ontología.

Ferreira (2021) buscó comparar y analizar publicaciones sobre liderazgo directivo en relación con la gestión escolar. Es un artículo que realiza una revisión sistemática de varias publicaciones. En las conclusiones se destaca el papel del líder directivo en la gestión de las instituciones escolares en relación con los resultados de aprendizaje, ya que un buen desempeño como líder pedagógico mejora la calidad educativa.

En su investigación, Fuentes et al. (2021) intentaron determinar cómo las habilidades blandas afectan a los estudiantes colombianos. investigación transversal, descriptiva y cuantitativa. Su elección de cincuenta estudiantes. Las habilidades más evidentes identificadas son la escucha, la influencia y el trabajo en equipo, destacándose la necesidad de fomentar la responsabilidad y la solidaridad. Por último, pero no menos importante, el entorno laboral requiere que los recién graduados demuestren tener habilidades blandas que les permitan acceder a un empleo.

En su publicación de 2019 en la revista Educación, Castro et al. examinaron las competencias fundamentales de los líderes para el éxito de los estudiantes. El tipo de estudio es cuantitativo, no experimental y transversal. El método propuesto por Muñoz en 2012 para evaluar las competencias de liderazgo de directivos y jefaturas técnicas es utilizado por 568 docentes. La información para la toma de decisiones y la gestión del cambio se puede mejorar mediante altos niveles de comunicación asertiva y conocimiento del Proyecto institucional. Las diferencias de género favorables al sexo femenino se encontraron en los atributos independientes. Se llega a la conclusión de que mejorar el desempeño de los directivos es el objetivo principal.

Morales (2024) tenía como objetivo en lo nacional desarrollar una habilidad blanda para mejorar el liderazgo de los directivos de Comas. Investigaciones mixtas con 28 participantes. utilizando las herramientas de liderazgo educativo de Vanderbilt, la entrevista y la encuesta. Como resultado, la dimensión cultural en el aprendizaje tiene una puntuación alta, mientras que la dimensión profesional tiene una puntuación media. La conclusión final es que el liderazgo de los directores de entidades educativas en Comas mejorará al implementar la propuesta.

Pizarro (2024) propuso que el coaching educativo diseñado en un programa podría fortalecer las habilidades blandas de los maestros de primaria de un colegio particular. Es una investigación transversal, cualitativa, no experimental y descriptiva. Como técnicas se incluyen entrevistas y encuestas para la muestra, que incluye dos directores y 23 profesores. El programa de coaching educativo se presenta como una propuesta que incluye una variedad de estrategias y métodos innovadores para acompañar en grupo o individual, lo que ayuda a los maestros a mejorar sus habilidades blandas. Se ha llegado a la conclusión de que la investigación tiene un impacto significativo en la resolución de la cuestión identificada.

La publicación de Lozano (2023) en Conrado tiene como objetivo sugerir métodos para que los directores mejoren su desempeño en Chiclayo. Es una investigación básica, no una investigación experimental. Su selección incluye 49 directivos. Resultó que 12% ejecutó funciones de alto nivel, 18% promovió mejoras en el aprendizaje gestionando las condiciones y 8% orientó procesos pedagógicos de manera efectiva. Por último, pero no menos importante, es necesario implementar planes de habilidades blandas para practicar el liderazgo de manera efectiva que beneficie tanto al entorno como a la organización.

Medina (2023) buscó determinar cómo las habilidades blandas de enseñanza de la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) Santa se ven afectadas por el estilo transformacional de enseñanza. Investigaciones cuantitativas, descriptivas, no experimentales y correlacionales causales. Consideró setenta maestros y dos cuestionarios como evidencia. El resultado muestra que las habilidades blandas son 57% y 46% en el nivel de liderazgo transformacional medianamente eficiente. Las habilidades blandas de los maestros se ven afectadas por el estilo transformacional de liderazgo.

Chaca (2022) buscó establecer una relación entre el desempeño laboral administrativo y las habilidades blandas en Huancayo. Un análisis descriptivo y correlacional. La técnica empleó una encuesta y un cuestionario Likert. Resultando que las habilidades blandas tienen un impacto significativo en el desempeño laboral en la modalidad remota.

La investigación de Ferrel (2021) busca describir cómo las habilidades blandas afectan a los directores y su liderazgo en Apurímac en 2020. Investigación descriptiva y correlacional cuantitativa no experimental. Una muestra de noventa y dos personas. como método de encuesta Los resultados obtenidos permitieron confirmar que las variables en estudio tenían una relación de significancia positiva y moderada, y se aceptó la hipótesis alternativa que relacionaba estas variables.

Lopez y Lozano (2021) buscan estudiar en profundidad el aspecto socioemocional de la humanidad, donde las habilidades blandas y duras se desarrollan al educar. Esto determinará si el aprendizaje se imparte correctamente y si los maestros están preparados para iniciar el desarrollo de las habilidades de análisis, síntesis y relaciones interpersonales. Cuarenta y tres educadores recibieron encuestas, entrevistas y estudio de campo. El estudio se clasifica como de tipo mixto. Los hallazgos permiten llegar a la conclusión de que la profundización de las percepciones sobre las habilidades blandas en el campo educativo y el conocimiento de estas habilidades de manera individual son cruciales para el éxito de los aprendizajes.

Muñoz et al. (2021) investigaron la importancia de una estrategia para mejorar el liderazgo y las habilidades de gestión de los directivos en puestos de liderazgo superior. La investigación es mixta, la muestra convencional, el instrumento una encuesta válida y confiable. Los hallazgos demuestran que las habilidades directivas son comunes. Se llega a la conclusión de que es necesario desarrollar ideas para mejorar las habilidades de dirección y gestión para lograr una convivencia pacífica y un buen trato en el entorno laboral educativo.

Palacios (2021) quería que el programa se enfocara en habilidades blandas para que los directores pudieran mejorar su capacidad de gestión. investigación descriptiva, no experimental y propositiva. Consideró una muestra de setenta personas. Se utilizó la encuesta como método y el cuestionario como herramienta. Según los datos, 23 % de los directores rara vez están comprometidos con una labor de alta calidad y 33 % experimentan cualquier tipo de dificultad para completar las tareas. Por lo tanto, se concluye que los directores deben fortalecerse con una propuesta de habilidades blandas de gestión.

Soto (2021) tenía como objetivo crear un manual que ayudara a los directores de organizaciones privadas a desarrollar el liderazgo pedagógico. El estudio aplicado utiliza un método cualitativo. La muestra estaba compuesta por dos líderes, diez maestros y diez apoderados. Se utilizaron entrevistas, cuestionarios y guías de observación. Los resultados demuestran la falta de comunicación efectiva entre los educadores y la falta de motivación de los docentes debido a la falta de financiamiento adecuado. Por último, se logró el objetivo de la investigación ya que la guía creada aborda las deficiencias encontradas en la entidad educativa analizada.

Huanaco (2019) investigó si había una correlación entre los dominios de las habilidades blandas y el desempeño de los maestros. El estudio es cuantitativo, descriptivo y transversal. La muestra de 48 maestros seleccionados por muestreo no probabilístico. Se realizó una encuesta. Los resultados muestran un coeficiente de correlación directa de 0,843 entre las variables. Por lo tanto, se descubre una correlación directa entre las variables y se llega a la conclusión de que el manejo adecuado de las habilidades blandas está relacionado con un alto nivel de competencias para mejorar el comportamiento de los profesores en la entidad estudiada.

Definimos las habilidades blandas para iniciar el fundamento teórico de la primera variable. Las habilidades blandas permiten a las personas el conocimiento de sí mismo y la autorregulación al relacionarse de manera efectiva con quienes las rodean. Las habilidades, según Goleman (1999), son formas de adaptarse, ser responsable, adaptarse, comunicarse con responsabilidad y acceder a una comunicación eficaz. Este aspecto es más importante que el aspecto cognitivo, y se relaciona este concepto general de habilidad con habilidades blandas en particular. Según Guerra (2019), la formación en habilidades blandas implica el desarrollo completo de las habilidades cognitivas y está cada vez más presente en los procesos evaluativos de medición de competencias en las instituciones educativas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las habilidades para la vida como una combinación de habilidades socio-afectivas fundamentales que nos permiten relacionarnos con otros y afrontar los desafíos y situaciones diarias, donde se asimila el concepto de habilidades blandas (Sánchez,2017).

La habilidad interpersonal, como la comunicación asertiva, la negociación y la confianza en uno mismo, son las principales formas de expresar estas habilidades blandas. Después, los factores cognitivos lo conforman para resolver problemas, tomar decisiones acertadas y pensar de manera crítica; autoevaluarse y comprender los efectos de la gestión educativa. Al final, incluye la capacidad de ser consciente y manejar el estrés.

Sobre la variable dependiente, el liderazgo directivo, el liderazgo se define como un método por el cual un gestor influye en un grupo de personas para que alcancen objetivos compartidos. Los directores, profesores y personal administrativo de las instituciones educativas son los líderes que influyen en los demás para que aprendan mejor y logren sus objetivos.

El liderazgo en las instituciones educativas no se limita a la gestión de la entidad; debe tener un impacto en el aprendizaje (Bolívar, 2010). De igual manera, Leithwood (2009) afirma que el liderazgo directivo es esencial para mejorar la calidad de la educación en la actualidad. Por lo tanto, se puede afirmar que el liderazgo es fundamental en la gestión de instituciones educativas para lograr estándares de calidad. convirtiendo al liderazgo en la clave para el logro de los objetivos y metas organizacionales.

El enfoque actual reconoce que el liderazgo en los colegios adopta características compartidas y distribuidas porque varios colaboradores trabajan juntos hacia una meta común desde diferentes puestos. Según Spillane (2010), el liderazgo en la escuela se extiende a lo formal e informal, no solo a los cargos formales.

Este estudio es de tipo básico y tiene como objetivo generar nuevos conocimientos o modificar los existentes. Es un estudio original o de revisión que recopila información relevante sobre un tema específico. El objetivo es investigar fuentes electrónicas sobre la relación entre las habilidades blandas y el liderazgo de los directivos. La revisión de la literatura incluye datos de publicaciones científicas de alto impacto, indexadas en revistas como SciELO, Web of Science, y Scopus, además de información teórica, estadísticas de organizaciones internacionales y referencias al marco legal de la Constitución del Perú. De manera similar, se emplearon palabras clave como habilidades blandas, liderazgo, directivo, relación, educativa, y en inglés, soft skills, leadership, managerial, relationship y educational. Durante la búsqueda se utilizaron operadores booleanos como AND, OR y NOT. Se definieron criterios de inclusión para filtrar los resultados y mejorar la precisión en la selección de publicaciones relevantes para esta revisión. El artículo de revisión empleó el método sintético comparativo, Este método se utilizó debido a su capacidad para sintetizar y comparar información proveniente de diversas fuentes, permitiendo identificar patrones y tendencias relacionadas con las variables en estudio y permitió examinar y analizar las similitudes y diferencias de una muestra de 16 artículos científicos y tesis en formato electrónico. Las características fueron establecidas y organizadas en la Tabla 1, lo que facilitó el análisis y la descripción de la información.

Para analizar, sintetizar y tomar decisiones, la revisión se centró en identificar artículos de revistas y tesis indexados en repositorios electrónicos y organizarlos en la Tabla 1. La información organizada de esta manera permitió observar que la mayoría de los estudios revisados son correlacionales (analizan relaciones entre variables), descriptivos (caracterizan fenómenos) y transversales (se realizaron en un momento específico del tiempo. Esta organización facilitó la identificación de patrones en los resultados y conclusiones. En total, se revisaron dieciséis artículos y tesis que abordan las habilidades blandas y su impacto en el liderazgo directivo, tanto a nivel internacional como nacional publicados entre 2019 y 2024.

Según Aldaz et al. (2024), el programa de habilidades blandas mostró resultados positivos en los niveles de liderazgo directivo. Por su parte, Vieira et al. (2024) destacaron la importancia de la gestión de habilidades blandas para los directivos. De manera similar, Sánchez et al. (2022), Fuentes et al. (2021) y López y Lozano (2021) resaltan que las habilidades blandas son esenciales tanto para el acceso laboral como para el desarrollo personal. En contraste, Capcha y Rodríguez (2020) identificaron que no existe una relación entre la inserción laboral y el desarrollo de habilidades blandas. Lozano, M. (2023) sostiene que la implementación de planes de habilidades blandas es esencial para llevar a cabo ejercicios de liderazgo efectivos que sean beneficiosos para la organización y el entorno. Como resultado, Medina, C. (2023) señala que el estilo transformacional de liderazgo tiene un impacto en las habilidades blandas de los maestros. Ferrel, W. (2020) afirma que la implementación de más habilidades blandas fortalecerá el liderazgo directivo en las instituciones educativas. Balbin, Y. (2020) señala que existen diferencias significativas entre los estudiantes respecto a sus habilidades blandas.

Chaca y Contreras (2022) concluyen que las habilidades blandas tienen un impacto significativo en el desempeño laboral de los empleados. Estos resultados coinciden con los hallazgos de Huamán et al. (2021) y Huanaco et al. (2019), quienes evidenciaron una correlación significativa entre las habilidades blandas y el liderazgo directivo y docente. Palacios, M. (2021) aconseja a los directores aprender habilidades blandas de gestión para desempeñar sus responsabilidades de manera efectiva. Rodríguez et al. (2021) establece un marco para investigaciones posteriores. Pizarro, S. (2024) presenta su propuesta de capacitación, que tiene un impacto significativo en el fortalecimiento de las habilidades blandas de los docentes.

Los autores destacan la importancia de la relación significativa entre ambas variables. Sus posturas están orientadas a la mejora educativa, especialmente en las unidades de gestión educativa local, donde se necesitan estrategias para desarrollar habilidades blandas que fortalezcan el liderazgo directivo. Por lo tanto, se puede afirmar que existe una amplia gama de datos sobre las variables estudiadas: habilidades blandas y su relación con el liderazgo directivo.

Según los resultados de los estudios examinados, se demuestra una conexión significativa entre las habilidades blandas y el liderazgo directivo, según concluyen los investigadores. Como resultado, se encontró que las habilidades blandas permiten a las personas el conocimiento de sí mismas y la autorregulación al relacionarse de manera efectiva con quienes las rodean. Esto les permitió adaptarse, asumir responsabilidades y comunicarse de manera efectiva. El líder que ha desarrollado sus habilidades socioemocionales podrá influir positivamente en su personal, optimizando su desempeño para el logro de las metas organizacionales, especialmente en el ámbito educativo. Esto coincide con lo señalado por Medina (2023) y Ferrel (2020), quienes resaltaron el impacto de las habilidades blandas en el liderazgo directivo. Es fundamental revisar estudios científicos que aborden las variables propuestas, ya que sirven como referencias para investigaciones futuras. Esto enriquece el estado del arte y aporta al desarrollo del conocimiento en esta área. Las revisiones proporcionan una base de datos útil para ampliar o desarrollar el tema de investigación.

Los estudios futuros sugieren que las políticas educativas gubernamentales deberían fomentar la investigación sobre estas variables. Es posible diagnosticar el impacto de las habilidades blandas en el liderazgo de los directores en diferentes países. Con la información recopilada, se podrán desarrollar nuevas estrategias. El diagnóstico permitirá afrontar oportunamente los desafíos del liderazgo directivo y tomar acciones pertinentes, como la implementación de programas, modelos y talleres para revertir situaciones conflictivas. Además, las revisiones sistemáticas pueden emplearse para informar sobre el diseño de investigaciones y sus resultados, lo que permitirá plantear nuevos estudios que fortalezcan la práctica directiva a nivel de Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL). Estas revisiones dotarán de herramientas para una gestión directiva eficaz y el cumplimiento de objetivos estratégicos orientados a la calidad educativa