Cómo pensar las nuevas construcciones del conocimiento en los entornos actuales
How to think new construction of knowledge in today's environment
Anahí Kullock
Universidad de Buenos Aires
anahikullock@gmail.com
Resumen
El trabajo que se presenta a continuación pretende abordar un análisis de las condiciones actuales de la juventud y del trabajo con ella a partir de las nuevas tecnologías y nuevos entornos para el aprendizaje. Para ello se parte de una concepción de la tarea de enseñanza particular en la cual el docente debe, entre otras cosas, proveer un entrenamiento para razonar modos de concebir democráticamente las diferencias y desigualdades interculturales que atraviesan a dichos entornos. Esto proviene de un entendimiento del poder transformador de la tarea docente y de las características que esta debe tener para que la educación llevada a cabo resulte liberadora para los sujetos. No sólo se debe convertir las experiencias e informaciones en conocimiento, también hay que enseñar a aprender a saber con los otros, con la diversidad.
Hoy por hoy el adolescente (y la sociedad en general) tiene una oportunidad única: poder plasmar en un espacio público aquello que quiera contar o dejar ver de sus vidas. Es una posibilidad de expresión inaudita que es necesario abordar, pero al mismo tiempo contemplar para que se lleve a cabo inteligente y responsablemente, tanto por las propias expresiones como por las ajenas. A partir de los nuevos entornos esta posibilidad de expresión tiene impacto en la configuración de las individualidades y de los aspectos sociales de los jóvenes. La idea es reflexiona acerca de cómo darle voz a aquellos sujetos que han sido silenciados tradicionalmente, pero al mismo tiempo enseñar a ser criteriosos y respetuosos a partir de esta herramienta.Se analizan el uso de los foros y del hipertexto, entre otros, para ver el rol que ocupan en las nuevas construcciones de conocimiento y cómo utilizarlos como herramientas didácticas. Esto último en relación no sólo con los conocimientos impartidos de manera curricular por las distintas áreas sino también con el desarrollo de las construcciones de subjetividades y los modos de socialización posible y deseable para la juventud. A partir de reconocer las nuevas culturas y sus necesidades y posibilidades seremos más permeables a adaptarnos a las nuevas características de los entornos, sin olvidar que este es un trabajo que ha sido necesario abordar en todas las épocas, no sólo la actual.
Palabras Clave: nuevas construcciones, conocimiento, entornos actuales.
Abstract
The work presented below is intended to address an analysis of current conditions of youth and work with it from new technologies and new learning environments. This is part of a concept of particular teaching task in which the teacher must, among other things, provide training to reason democratic ways of understanding cultural differences and inequalities that cut across these environments. This comes from an understanding of the transformative power of the teaching task and the characteristics that this should be so that education becomes liberating conducted for subjects. Not only must convert the experiences and information into knowledge, we must also teach learn to know each other, to diversity.
Today the teenager (and society in general) has a unique opportunity to capture in a public space that you want to tell or reveal their lives. Expression is an unprecedented opportunity to be addressed, but at the same time look to be performed intelligently and responsibly, both for their own expressions as those of others. From the new environments that possibility of expression has an impact on the configuration of the individuals and social aspects of young people. The idea is to reflect on how to give voice to those subjects that traditionally have been silenced, but also taught to be respectful criteriosos from this tool. It discusses the use of forums and hypertext, among others, to see the role they occupy in the new constructions of knowledge and how to use them as teaching tools. Latter in relation not only to the knowledge imparted in a curriculum for the different areas but also to the development of the construction of subjectivities and modes of socialization possible and desirable for youth. From new cultures and recognize their needs and possibilities will be more permeable to adapt to new environments features, not forgetting that this is a job that had to be addressed in all ages, not just the current one.
Key words: new constructions, knowledge, current environments.
Fecha recepción: Febrero 2010 Fecha aceptación: Junio 2010
Introducción
En primer lugar, vale la pena tener en cuenta cuáles son las representaciones sobre la enseñanza que se trabajarán a lo largo de este texto y qué tipo de aprendizaje conllevan, para enmarcar los procesos de los que se da cuenta de aquí en adelante. Es decir, se hace necesario reflejar a partir de qué creencias acerca del trabajo docente y la función de los roles que se ponen en juego en el acto pedagógico son necesarios para abordar los procesos de construcción de conocimiento que serán abordados. En este sentido, se hace necesario reflexionar acerca de las posibilidades de impacto que un docente tiene sobre su estudiante a diario. De acuerdo con Phillipe Meirieu:
“A pesar de las apariencias, el verdadero ingenuo no es aquel que cree en la educabilidad absoluta del otro, sino más bien aquel que está convencido de que sus convicciones en este campo no tienen ninguna influencia en los resultados del educando.”(Meirieu: 2001; 27)
Se tratará de remover algunas representaciones que hoy en día se tienen acerca de lo que se puede y no se pude transformar en la juventud contemporánea. Con respecto a lo que este auto llama ingenuidad, resulta de fundamental importancia tener en cuenta que (tanto en la educación como en cualquier ámbito de la educación como de la vida) cuando no se hace, por oposición se está haciendo. Cuando no se cree, por oposición hay algo en lo que se está creyendo. Allí radica el significado de ingenuidad. No se puede pensar nunca en acciones descargadas de valores y representaciones. Cuando no se cree en que la tarea que llevamos a cabo diariamente produce cambios, en realidad se está creyendo que la tarea no produce cambios. Si bien puede sonar intrincado, es lo opuesto a creer que se pueden producir cambios. No hay punto neutro en cuanto a esto ni posturas nulas al respecto. Puedo creer en que el sujeto estudiante puede emanciparse o puedo creer que no puede, pero nunca puedo no hacer ninguna de las dos cosas. Por lo tanto, cuando creo que no puede, desde el vamos estoy negándole posibilidades y enfrentando una tarea con un final que funciona a modo de profecía auto cumplida. En este sentido es fundamental creer en las transformaciones que nuestra tarea puede producir porque si no, lo único que tenemos es no creer en estas, lo cual haría inútil, infructuosa y una pérdida de recursos y tiempo a nuestra tarea. Para qué llevarla a cabo si creemos que no cambia nada al hacerlo. Es demasiado ingenuo considerar que, el creer que no se tiene influencia sobre los educando es un acto vacío de contenido, todo lo contrario. Por eso, la única manera de llevar adelante nuestra labor es creyendo que se tiene influencia sobre ellos. Por otro lado, somos sujetos, no objetos, toda acción que realicemos, por afirmación o negación tiene un efecto, es una condición intrínseca al ser humano, aquel que no lo crea peca de incauto y crédulo. O tal vez sea una comodidad, para justificar la falta de esfuerzos o del emprendimiento que significa comprometerse con el cambio. Basta sólo con pensar qué transmitimos, en términos de valores y enseñanzas, cuando no creemos en el cambio o en el efecto que podemos tener en otros sujetos. Si queremos que los jóvenes se emancipen, lo único que podemos hacer es mostrar nuestra propia fuerza emancipadora, no nuestra alienación o inacción.
Habría que detenerse en otra frase del mismo texto y autor:
“No sometemos a los otros a lo universal, sometemos lo universal a ellos”
Desde distintas posturas pedagógicas se ha sostenido que los estudiantes rechacen la formación recibida para hacerse libres mediante ella. Que la educación provoca una suerte de alienación además de ser formativa. Es decir, que dicho rechazo es el único mecanismo para hacer liberadores los aprendizajes adquiridos, a modo de ruptura indispensable para que la educación sea emancipadora. En este caso se va a proponer todo lo contrario. Si se lograse enseñar el mundo, no desde el punto de vista de las reglas del juego que hay que seguir, sino que esas reglas fueron pensadas y construidas históricamente, podemos mostrar que el universo que nos rodea es sólo un posibilidad entre muchas otras y que es consecuencia de una contingencia. Creo que esto es someter lo universal a los sujetos. Rechazar algo de lo aprendido genera efectos que se pueden entender en términos de “negativos” para con lo aprendido (solemos ver esto todos los días). En todo caso, podría pensarse como la parte enajenadora de la educación a un piso mínimo y necesario de la formación educativa. Pero no seríamos buenos pedagogos si creyéramos que ese es el techo. La parte emancipadora, reflexiva y liberadora es el techo. Pero no desde el rechazo, sino como herramientas para pensar que algo diferente es posible, porque lo actual en algún momento fue posible para algunos. Enseñar cómo estas herramientas permiten ciertos objetivos, y que otras proveen diferentes. Eso es liberar. Eso es emancipar, permitir incorporar reflexivamente todo lo que se aprende (así como también el porqué de todo aquello que no se enseña) para que cada sujeto se lo apropie y diseñe con esos elementos un universo posible. En este sentido, el texto que se presenta refiere a un análisis de las condiciones actuales de la juventud y su trabajo con ella con, por ejemplo, las nuevas tecnologías y nuevos entornos para el aprendizaje, a partir de la idea de que nuestra tarea es, entre otras cosas, proveer un entrenamiento para razonar su sentido, modos de concebir democráticamente las diferencias y desigualdades interculturales. No solo convertir las experiencias e informaciones en conocimiento, también aprender a saber con los otros, con la diversidad que puede enriquecernos y también con la otredad que nos fastidia.
Cómo se vinculan los jóvenes con el mundo que los rodea.
La juventud actual, como las juventudes de todas las épocas, tiene una manera particular de entender el mundo que habita, y actúa en consecuencia con esto. No sólo desde el punto de vista cultural, sino desde el punto de vista material y de consumo, dos pilares fundamentales de esta época. En cada momento histórico los modos de socializar fueron distintos. Hoy por hoy nos encontramos con uno novedoso que reformula por completo los vínculos que se construyen: las redes sociales. Tanto es así que dejan de ser una característica de la juventud, para incorporarse en prácticamente todas las generaciones de nuestra sociedad.
“Las redes sociales marcan nuestra época como fenómeno social y cultural que trasvasa sociedades y grupos, clases y estilos.” (Maggio, 2012: 102)
No sólo determinan las formas en las que se interactúa en la actualidad sino que además son el marco y entorno del funcionamiento de una diversidad de actividades. No es casualidad que estos entornos tengan mucho vínculo con lo que son los medios de comunicación, que hoy por hoy tienen un vínculo directo con cómo es la juventud. Antiguamente, y desde su masificación, los medios de comunicación estuvieron en manos de algunos, y de otros no. Las posibilidades de expresión que se manifestaban eran limitadas y eran muchos los sectores que no tenían voz. Hoy se está en presencia de lo que se caracteriza como “cultura participativa”, en tanto los medios, a partir de estas redes sociales, son manejados por una cantidad mucho más amplia de público. Cada sujeto, o cada grupo, pueden exponer sus opiniones, sentimientos y maneras de pensar, y hacérselo llegar a los demás. Cada uno puede relatar la historia de vida que le resulta relevante y las experiencias que lo fueron marcando y definiendo. Cuando emergen tantas historias emergen las individualidades y las variedades. Así, una misma historia se refleja simultáneamente en una gran cantidad de medios. De alguna manera, se puede decir que se hacen dueños y toman el control, al menos momentáneamente de los medios de expresión por excelencia para plasmar no sólo una opinión de lo que se dice, sino otras versiones posibles para leer el mundo que nos rodea y su lugar en este.
Esta oportunidad de producción de los sujetos es única. Poner en palabras todo esto, es maravilloso como expresión, pero más todavía como parte de un proceso de subjetivación. Qué nuevas posibilidades en la construcción de identidades se da a partir de la posibilidad de hacerse oír, sujetos y sectores que tradicionalmente se encontraban silenciados. Qué nuevas posibilidades de socialización les damos a los jóvenes que pueden acceder a esta multiplicidad de relatos. Estos nuevos entornos suelen ser rechazados, entre otras cosas porque no son los canales tradicionales de acceso a la lectura y escritura. Pero no son los medios los problemáticos, sino el uso que enseñamos acerca de ellos. Por eso se hace necesario reflexionar acerca de qué postura se tomará con respecto a esta realidad. Un ejemplo de esto es el lugar de la lectura en la actualidad. Si leer nos pone en contacto con un mundo de significados, discursos y voces, estar frente a una pantalla no nos aísla, sólo cumple la misma función. El sujeto está en el centro de la acumulación y la explotación del saber.
“Incansablemente hay que recordar la inanidad del esquema de la sustitución. Al igual que la comunicación por teléfono no ha impedido a la gente encontrarse físicamente, puesto que nos llamamos para citarnos, la comunicación por mensajes electrónicos prepara muy a menudo viajes físicos, coloquios o reuniones de negocios. Incluso cuando no se acompaña de encuentro, la interacción en el ciberespacio sigue siendo una forma de comunicación. Pero oírnos a veces argumentar que algunas personas permanecen horas «delante de su pantalla», aislándose así de los demás. No deben ciertamente alentarse los excesos. Pero, ¿acaso decimos que alguien que lee «permanece horas delante del papel»? No. Porque la persona que lee no está en contacto con una hoja de celulosa, está en contacto con un discurso, una voz, un universo de significación que contribuye a construir, a habitar por su lectura. Que el texto se exponga en una pantalla no cambia nada. Sigue tratándose de lectura, incluso si, como hemos visto con los hiperdocumentos y la interconexión general, las modalidades de lectura tienden a transformarse.” (Lévy: 2007; 134)
Queda en los roles pedagógicos ponernos a pensar de qué manera educar a nuestros estudiantes para que el uso de esos espacios sea efectivo, significativo y constructivo. Sin embargo, hay que estar atentos. No hay que dejarse engañar. Si bien se tiene la posibilidad de impactar en distintos medios, existe la falacia de que con internet está todo a nuestro alcance. Sabemos lo que sucede en cualquier parte del mundo y tenemos todo el conocimiento que queremos a nuestro alcance. No hay información con la que no podamos contar de necesitarlo. Esto propone una contradicción: no es todo accesible, sino todo inalcanzable. Con la tecnología de internet, el conocimiento no sólo es inacabado, en tanto está en constante crecimiento y reformulación, sino que también es inabarcable en su totalidad. No podemos leer todo lo que se publica ni saber todo lo que se muestra, ni recibir todas las opiniones o experiencias que se manifiestan.
Inteligencia colectiva
Como primer dato hay que poner de manifiesto la variedad no sólo de redes, sino de formatos de escritura y expresión en ellas. No es lo mismo comunicar mediante un tuit, que mediante un foro de opinión, un video, una foto, un blog, una wiki, etcétera. Cada formato va a proveer distintos tipos de posibilidades comunicacionales y vinculares con los grupos de trabajo presentes en el aula. Si los libros, la poesía, los ensayos eran elegidos porque con cada formato se priorizaba una manera de construir conocimiento y estimular estructuras cognitivas diferentes para el desarrollo de la lengua y del pensamiento, podemos pensar que los nuevos formatos pueden ser analizables bajo el mismo criterio.
A partir de un formato de foro común, por ejemplo, en un grupo áulico, todos los presentes podrían ver lo que los demás escriben sobre el tema, previo, debatirlo, cuestionarlo, proponer ideas propias al respecto y comentarlo. Este ejercicio permite poner en palabras aspectos personales e impresiones personales sobre distintos temas que se traten con el objetivo de que den profundidad y sentido mediante el ejercicio de repensar el tema en base a vertientes múltiples y colectivas, pero también en base a tener que plasmar de manera escrita lo que sienten y piensan o diversidad de experiencias personales. Esto sería tanto desde una expresión propia como desde el comentario a lo que otro compañero proponga en el foro. El debate escrito permite mucho más que el verbal poder repensar, reformular y construir aquello que uno quiere decir antes de hacerlo. Del mismo modo, permite fundamentar, desarrollar y explicar de manera más planificada y por tanto más clara que las expresiones orales aquellos argumentos que uno quiere poner en juego para explicar sus ideas. Finalmente, el debate escrito permite que aparezcan representaciones posteriores que tal vez no sean las reacciones o primeras impresiones que se ponen en juego en un debate oral. Así mismo, se vehiculiza el acceder a ver qué opinan y sienten sus compañeros y qué deben contestar teniendo en cuenta que es un lugar de acceso público y que hay sensibilidades, criterios y formatos que es necesario tener en cuenta. Además al hacerlo en el espacio del aula saben que cualquier cosa que manejen de manera incorrecta será confrontada en el mismo espacio físico en que se llevó a cabo (y con el docente como moderador).
Ya sabemos por demás que construir un conocimiento o representaciones acerca de este de manera colectiva permitirá acceder a simbolizaciones más complejas sobre este y no lineales. Cada construcción personal incluirá en los procesos mentales todo aquello que leyó, debatió o le surgió al leer lo de sus compañeros, así como también repensar las propias representaciones en función de las respuestas que recibe. Del mismo modo, hacerlo en el horario de clase evitará la dispersión típica que implica hacer este tipo de trabajos a distancia y poder supervisar de cerca la dinámica en caso de posibles eventualidades que fuera necesario encarar. Las bases a partir de las cuales se construyen los nuevos saberes son más sólidas y más complejas, por lo tanto más resistentes también. Los invito a efectuar este tipo de reflexiones con los demás entornos que hoy por hoy proliferan en la red.
Nuevas construcciones culturales.
Ahora bien, todo esto tiene valor no sólo para el desarrollo de saberes escolares, sino para definir nuevas formas de socialización y de estar con y reconocer al otro que nos rodea. Estas posibilidades de escucharlo, reconocerlo, poner en debate sus palabras y expresarnos a partir de esto modifica el vínculo que se establece con los demás.
Muchas veces escuchamos que en la actualidad los jóvenes están cada vez más individualizados y son menos reflexivos sobre lo que los rodea. Utilizando las herramientas de las que se dispone de manera atinada y reflexiva se puede revertir esto. Sólo hace falta asumir el rol en lugar de rechazar estos emergentes. Cuanto más se puedan absorber e incorporar los nuevos modos de expresión y producción, más podremos influir sobre ellos para que su uso sea óptimo. Cuando la juventud pone de manifiesto sus inquietudes, puede volver a sentirse representada en distintos ámbitos y por distintas voces. Puede encontrar un lugar donde se le oye y donde escuchar a aquellos que tienen símbolos en común con él. Se diversifican exponencialmente las posibilidades de grupos de pares, que sabemos que tan importantes son en la construcción de su individualidad y su identidad.
Se hace factible poder mejorar las enseñanzas acerca del respeto al otro, de informarnos acerca de por qué es como es, por qué piensa lo que piensa, cuál es su historia. En lugar de ignorarlo, estamos aumentando el espacio que le damos y el reconocimiento que le otorgamos. El otro se hace visible, como tal, como diferente de mí, con expresiones propias y maneras propias de ver el mundo. Se desarrolla una cultura juvenil alrededor de los modos de vincularse con los demás y los elementos que los atraviesan: la música, el arte, el entretenimiento, lo lúdico. Los otros son convocados, inclusive sin conocerse para compartir manifestaciones, gustos, intereses, y abrirse a nuevas posibilidades y lugares de socialización. La conciencia social misma ser ve amplificada mediante estos espacios. Si el afuera, lo exterior se muestra como un monstruo que amenaza con abarcarnos y dejarnos solos y en silencio , las redes y los medios de comunicación son aquellos espacios para ver que no estamos solos, que hay muchos otro sufriendo, sintiendo y necesitando lo mismo. Hay una conciencia colectiva posible de formarse, en tanto y en cuanto nos animemos a tomar las riendas y explotar los recursos para mejorar las construcciones acerca de las posibilidades de emancipación, de cambios y de libertad que nuestros estudiantes tienen al alcance de sus manos.
Lectura y aprendizaje en el hipertexto
Retomando las posibles construcciones de conocimiento inéditas hasta el momento vamos a utilizar otra herramienta: el hipertexto, en tanto formato de trabajo de textos. Se piensa en cómo dinamizar las construcciones simbólicas de los jóvenes para complejizar sus estructuras mentales y hacerlas más fuertes. Cuando nos acostumbramos a las tecnologías, éstas tienden a volverse invisibles, se incorporan al orden natural de las cosas, sin embargo, una adecuada reflexión sobre ellas nos permite potenciar su funcionamiento e inclusive alterarlo, en caso de que ese fuese el deseo. El híper-texto permite hacer conexiones laterales además de lineales, hay enlaces y yuxtaposiciones que dan lugar a lógicas que no siempre son aquellas con las que los textos son concebidos originalmente. Se puede hablar de construcciones de estructuras en las que las ideas y conceptos están relacionados de manera compleja, no lineal y que por tanto permiten otro tipo de recorrido por ellas. Eso hace que las construcciones intelectuales y el desarrollo de los sujetos se den en un formato inédito. El modo de aprendizaje de las nuevas juventudes se ve impactado directamente por todas estas cuestiones. Es necesario poder apreciar esto para pensar cómo trabajar a partir de estas nuevas herramientas tecnológicas teniendo en cuenta tanto sus virtudes como sus riesgos.
En primer lugar, vale la pena recuperar el rol que juegan las posibles conexiones entre temas y conceptos. Se establecen vínculos posibles sobre contenidos que anteriormente podrían mostrarse como inconexos y a su vez se posibilita que los sujetos hagan sus propios vínculos, más allá de los que permiten los propios textos. Es decir, hay una posibilidad de impacto en la información que se incorpora y el cómo se incorpora. Lo significativo del texto no va a estar sólo en el contenido, sino también en las posibilidades de vínculos e interconexiones que se pueden establecer entre los contenidos. En definitiva, lo que sucede es que no sólo se incorpora conocimiento, también puede influirse sobre él y reescribirlo:
“Ahora bien, el hecho de que las ideas se impriman según una determinada disposición no significa que necesariamente se conciban o lean de igual modo. La escritura, en especial en la era de los procesadores de texto, suele consistir en cortar y pegar, mover fragmentos de un lado a otro, bosquejar las secciones finales antes de terminar las primeras, etc. La ilusión de continuidad y concatenación surge a menudo de hacer varias versiones del texto y eliminar todo indicio de que fue compuesto en momentos discontinuos. De manera semejante, la práctica de la lectura no suele ser lineal ni ininterrumpida. Omitimos partes, volvemos atrás para releer otras, nos detenemos.”(Burbules y Callister: 2001; 10)
Sin embargo, estos recorridos no son casuales, los textos se presentan de una manera tal que se pretende provocar una cierta lectura y no otra. Lo que hay que tener en cuenta es que estos modos de leer, interrelacionar y construir sentidos ya está dada previamente en las estructuras de pensamiento e interpretación de los sujetos, de acuerdo a las teorías constructivistas del aprendizaje. De hecho, estas mismas suponen que la construcción del conocimiento es un aprendizaje no lineal, sino con vínculos, interconexiones y ramificaciones tiene más posibilidades de ser un aprendizaje permanente y útil en las estructuras cognitivas de los sujetos. El aprendizaje se puede dar cuando hay un anclaje de nuevos conocimientos en las estructuras pre-existentes, es decir, estableciendo conexiones con aquello que ya sabemos y que la nueva información nos sugiere. Lo que vienen a hacer los híper-textos es poner de manifiesto estos posibles vínculos desde la redacción misma del texto, acompañando o sugiriendo los recorridos posibles por él. Es decir, refuerza este proceso de construcción y de establecimiento de nuevos aprendizajes en las estructuras mentales previas de los educando. Lo que es importante evitar, y por ello es necesario reconocer cómo funcionan estos procesos, es que cada cosa que se propone como un nodo de conexión quede fragmentada o descontextualizada del marco en el que aparece. Es decir, poder entender y elaborar el lugar que cada cosa tiene en esa red y por qué, en términos de cómo colabora al aprendizaje total.
En este punto es donde se pone en juego el rol que como educadores jugamos en esta partida, porque todo aquello que sucede en estos nuevos entornos no nos es ajeno y debemos tomar un lugar con respecto a esto. En estos entramados es de vital importancia poder definir y delimitar cuál es el comienzo de la lectura o análisis, cuáles de las ideas presentadas son las de mayor importancia y cuáles son complementarias de lo que se trata. La orientación en este trabajo de descubrimiento y el entrenamiento en este tipo de lectura y análisis corresponden a los docentes, quienes tendrán que enseñar a los estudiantes a conformase como híper-lectores con independencia y autonomía. Así mismo, tienen un rol en el diseño de la información a presentarles a los estudiantes que deben incluir estas posibilidades que el híper-texto brinda.
Conclusión
A lo largo de este trabajo se ha intentado no sólo recuperar el lugar que se le puede dar en el aprendizaje a las nuevas tecnologías, sino también la importancia de entenderlas como parte de la cultura actual que es necesario que la educación sea capaz de absorber. Dichas tecnologías implican posibilidades nuevas en las construcciones de conocimiento en el aula y una gran potencia para fortalecer algunos procesos dejados en el olvido.
Lo que se hace necesario es remover representaciones de aquello en lo que no se puede impactar, o los ámbitos en los que no se pueden hacer transformaciones. Para eso hay que reconocer el lugar de los nuevos entornos, pero también reconocernos a nosotros mismos como pedagogos y educadores cuya tarea fundamental tiene que ver no sólo con instruir sino con liberar. Con abrir el mundo de manera reflexiva y enseñar a pensar en él como una usina de posibilidades y de cambios posibles. Es fácil olvidarlo cada tanto, pero cuando se enseña, se forman conciencias en los sujetos, estos generan ideas propias que en buena medida estarán limitadas por la apertura que se les permita.
Una de las principales novedades a las que hay que enfrentarse es que el conocimiento ya no se ostenta como tradicionalmente, está al alcance. Y de paso, no hay un relato a seguir sino diferentes versiones y posibilidades de expresarse. Ambas pueden ser un gran peligro o una gran posibilidad, depende del enfoque a partir del cual se evalúe este desafío y del lugar que se toma en esta dinámica. Por eso es fundamental retomar el lugar que al educador le cabe en estos procesos, tomarlos, apropiarlos y rediseñarlos para poder cumplir con los objetivos últimos que la formación se propone.
Bibliografía
Burbules, N. C. & Callister, T. A. (2001) Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la comunicación. Buenos Aires: Granica.
Lévy, P. (2007) Cibercultura. Informe al Consejo de Europa. Barcelona: Anthropos Editorial.
Maggio, M. (2010) Enriquecer la enseñanza (los ambientes con alta disposición tecnológica como oportunidad). Buenos Aires: Paidós.
Meirieu, P. (2001). La opción de educar. Ética y pedagogía. Barcelona: Ediciones Octaedro.
Tradicionalmente fue una de las estrategias principales para desarticular movimientos y desarrollar los formatos individualistas que tanto le convienen a las instituciones internas y externas que se refieren a nuestra sociedad con intenciones de control. Que cada uno se sienta sólo, sin saber cuántos sienten lo mismo y están pasando por lo mismo es una gran manera de desalentar todo impulso de desear o querer una realidad distinta.