RIDE. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo
El trabajo a distancia en el Indicador de logro de la autoestima: estrategias en el nivel preescolar
Dec 31 2024
Resumen
La investigación se enfoca en el indicador de logro de la autoestima. Sus objetivos son entender las diferentes concepciones de los docentes de preescolar en relación con el desarrollo de la autoestima, además de describir y analizar las estrategias que emplean y su modo de aplicación. Se realizaron entrevistas a los docentes para explorar sus ideas sobre la educación socioemocional y sus prácticas, las cuales se contrastaron posteriormente con observaciones. Es un estudio cualitativo que sigue el método de estudio de caso, utilizando observaciones, entrevistas y cuestionarios en línea. Los participantes fueron nueve maestras con títulos en educación preescolar y los resultados muestran una comprensión empírica de la educación socioemocional, lo que resulta en una práctica deficiente en cuanto al logro de la autoestima.
Introducción
La presente investigación surge de experiencias observadas durante la práctica docente, así como las actividades, conductas y relaciones entre los docentes con su alumnado, durante la pandemia. La idea es conocer las diferentes estrategias realizadas en el trabajo a distancia, en lo relacionado al indicador de logro de la autoestima, por el docente de preescolar.
El profesor puede formar parte de un sistema educativo tradicional, lo que se refleja en su manera de enseñar, tanto en el aula como en las clases a distancia durante la pandemia. Como resultado, los estudiantes tienen dificultades para acceder a la educación socioemocional, siendo la autoestima en los niños y niñas de preescolar un indicador de éxito. Según la Secretaria de Educación Pública (SEP) (2017), las emociones juegan un papel fundamental en la capacidad de gestionar las relaciones socioafectivas en el aprendizaje. Por ello, el docente debe promover relaciones de convivencia que fortalezcan la educación socioemocional para ayudar a los alumnos a comprender el entorno en el que se desarrollan.
Una baja autoestima en infantes, puede llevar a problemas más serios como la depresión, la timidez y, en la adolescencia, la inclinación al abuso de sustancias; detectar y abordar la baja autoestima en los infantes, es fundamental para poder brindarles el apoyo necesario en base al Instituto Europeo de Educación (IE Educación, 2023) y aunque no hay datos específicos para infantes de 4 a 6 años sobre problemas de autoestima, es necesario considerar los datos presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021) sobre la depresión, este es un problema de salud que afecta a la persona que la padece causándole sufrimiento y alterando sus actividades e inclusive puede llegar al suicidio, siendo esta la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.
Los hallazgos de la OMS (2021) subrayan la importancia de abordar la autoestima desde una edad temprana para prevenir problemas emocionales y sociales en la adolescencia o en la etapa adulta. Cuando los niños tienen una baja autoestima, pueden experimentar dificultades emocionales y sociales significativas: pueden autocriticarse, dudar de sus capacidades y tener problemas para defenderse (Nemours KidsHealth, 2023). Lo anterior percibe la necesidad de incorporar la educación socioemocional, para trabajar la autoestima en el currículo desde educación preescolar.
La autoestima está intrínsecamente vinculada a la forma en que los individuos se relacionan con sus emociones y cómo se sienten en situaciones sociales. Fomentar una adaptación emocional adecuada puede contribuir a que los niños desarrollen una autoestima positiva, es por esta razón que están surgiendo nuevas formas de educación que buscan fomentar una adaptación emocional y social adecuada, considerando que el aprendizaje emocional disminuye los síntomas depresivos y ansiosos, un programa bien implementado podría mejorar la salud mental, el bienestar y la conducta (Morales, S/F). Según la SEP (2022), la educación es fundamental en el desarrollo holístico de una persona, incluyendo la parte afectiva y emocional. El bienestar y el buen trato abarcan el reconocimiento del derecho a estar bien física, mental, emocional, afectiva y sentimentalmente. Por ello, es necesario replantear una educación que garantice el derecho de adquirir conocimientos académicos y aquellos que incremente sus habilidades sociales y emocionales.
El presente estudio se justifica en un contexto actual que demanda un enfoque educativo desde una perspectiva humanista, donde se coloca en el centro del esfuerzo formativo tanto a las personas como a las relaciones humanas. La educación socioemocional emerge como un catalizador crucial para el desarrollo del potencial humano, proporcionando los recursos internos necesarios para afrontar las adversidades a lo largo de la vida. Además de mejorar el rendimiento académico al fortalecer la concentración y motivación de los estudiantes, esta educación también juega un papel fundamental en la reducción del acoso escolar, al fomentar la empatía y las habilidades sociales. Preparar a los estudiantes para la vida adulta se vuelve más efectivo al equiparlos con habilidades socioemocionales, esenciales tanto para el éxito laboral como para relaciones personales saludables, aunado a la promoción de la salud mental y el bienestar que se convierte en una prioridad, ayudando a los jóvenes a gestionar el estrés y la ansiedad de manera efectiva.
La investigación se centra en la siguiente pregunta: ¿Qué estrategias emplean las maestras de preescolar para promover el desarrollo de la autoestima entre sus estudiantes?
Enfoque cognitivo de las emociones
Según Schachter y Singer (1969, como se citó en Papanicolaou, 2004), quienes han estudiado las emociones, plantean la cuestión de la procedencia de las emociones, viendo a la persona como un agente capaz de tomar decisiones y moldear su propio destino. Su enfoque explica las emociones al distinguir entre experiencias emocionales concretas y entidades abstractas como ideas y pensamientos, que surgen de procesos cognitivos que evalúan el significado de los estímulos y argumentan que las emociones tienen su origen en la interpretación de las respuestas fisiológicas periféricas del organismo y en la evaluación cognitiva de la situación que genera dichas respuestas.
Educación Socioemocional
Se entiende por emoción a una experiencia multidimensional con tres sistemas de respuesta: cognitivo/subjetivo; conductual/expresivo y fisiológico/adaptativo; es necesario atender las dimensiones por las que se manifiesta dado que cada una, adquiere relevancia ante una situación determinada; cualquier proceso psicológico conlleva una experiencia emocional de mayor o menor intensidad y de diferente cualidad (Chóliz, 2005). Dada la complejidad de las experiencias emocionales del sujeto, ha sido necesario incluir dentro de los programas educativos la enseñanza relacionada a lo socioemocional.
El propósito de la educación socioemocional es el reconocimiento tanto de las propias emociones como la de los demás, permite tener respuestas asertivas y autorreguladas, favoreciendo las relaciones sociales e interpersonales (Álvarez, 2020). Si al infante desde temprana edad se le enseña a reconocer sus emociones y la de los demás, al momento de llegar a la adolescencia podrán tener menos problemas emocionales como depresiones y estrés.
Al aprendizaje emocional se le considera el proceso en el cual se adquieren distintas habilidades a las cognitivas, el objetivo es lograr distinguir y regular las emociones, mostrar interés y preocupación por los demás, desarrollar relaciones sanas, tomar decisiones responsablemente y manejar desafíos de manera constructiva (Álvarez, 2020). Lo anterior permitirá el desarrollo de personas más íntegras, por lo que para Chao (2020) es necesario una educación, además de académica y disciplinar, una donde se considere el papel central de las emociones y la gestión de las relaciones interpersonales.
El papel del docente en el desarrollo emocional del infante
El ser humano está en constante desarrollo, personal, profesional, físico, biológico y emocional. El crecimiento emocional ocurre en etapas al igual que el desarrollo físico según California Children Health Program (CCHP, 2006) este precepto, proviene la necesidad del docente de conocer el proceso del desarrollo emocional del infante. Estar familiarizado con las etapas del desarrollo emocional permitirá entender la conducta del niño, lo anterior por ser la vía por la cual dan a conocer sus necesidades, manifestándose por el llanto, la risa, los gritos, entre otros (CCHP, 2006). Se parte del factor asociado de sus necesidades, las que en algunas circunstancias no son tales y es momento de emprender acciones en la enseñanza de la autorregulación.
Para el docente de preescolar la tarea de la educación socioemocional es compleja en razón de la distinción entre una conducta emitida por una verdadera necesidad, que es relacionada a la edad o sencillamente una forma de manipulación. Ante la dificultad de distinguir si una conducta es típica para una cierta edad o si constituye un problema, se recomienda comenzar con tres preguntas fundamentales según el CCHP (2006): ¿Cuál es el motivo o qué obtiene el niño con esta conducta? Una vez obtenida la respuesta, se indaga: ¿Cómo se sabe que esa es la razón? Luego se plantea: ¿Qué acción debe tomarse? El proceso comienza con una observación continua, utilizando un diario de campo para registrar cambios de comportamiento y las circunstancias relacionadas, así como manteniendo una comunicación constante con los padres para recabar la máxima información posible.
El enfoque descrito ofrece varios beneficios significativos en la evaluación y manejo del comportamiento infantil. En primer lugar proporciona claridad al ayudar a diferenciar entre conductas típicas de ciertas edades y aquellas que podrían indicar problemas más profundos; en segundo, permite una intervención más personalizada al identificar claramente los motivos detrás de las conductas de los niños, lo que facilita la adaptación de las estrategias educativas y de manejo del comportamiento; y en tercer lugar la comunicación mejorada con los padres y cuidadores es otro beneficio clave, al proporcionarles información detallada y observaciones concretas que promueven una colaboración efectiva en el abordaje de las necesidades del niño. El ayudar a la detección de posibles problemas, puede resultar en intervenciones más tempranas y efectivas para promover el desarrollo integral y el bienestar infantil.
Metodología
Materiales y métodos
El estudio se enmarca en una metodología cualitativa, ampliamente utilizada en el ámbito educativo y uno de los métodos predominantes en las ciencias sociales. Según Denzin y Lincoln (2005, como se citó en Rodríguez y Valldeoriola, 2009), la investigación cualitativa se distingue por su enfoque interpretativo y naturalista hacia el mundo, donde los fenómenos se analizan dentro de su contexto natural con el propósito de alcanzar una comprensión profunda y significativa.
En cuanto al método se retoma el estudio de caso, según Stake (1999) son de interés en la educación y en su mayoría a personas y programas que en cierta medida son únicos y lo que interesa es escuchar sus historias. Para este estudio particular, escuchar a las maestras de preescolar que por primera vez utilizaban la tecnología digital en su práctica diaria y cómo lograron llevar a cabo la educación socioemocional.
Los sujetos seleccionados están conformados por nueve docentes de educación preescolar de la ciudad de Culiacán Sinaloa, que accedieron a participar en la investigación. Las nueve personas son del sexo femenino, ocho de ellas son licenciadas en educación preescolar y una es maestra en educación; variando el tiempo de servicio entre los diez y veintiocho años.
Procedimiento
Inicialmente, se llevó a cabo una revisión exhaustiva del estado del arte como primer paso, seguido de una búsqueda de literatura pertinente para establecer el marco teórico. En la segunda fase, se procedió con el diseño y la validación de instrumentos mediante el criterio de jueces. Posteriormente, se observó el desempeño de nueve docentes en cuatro jardines de niños y se les entrevistó. Finalmente, se realizó un análisis exhaustivo de los datos recopilados para elaborar el informe final del estudio.
Discusión Análisis de resultados
Frases motivadoras
El lenguaje ya sea oral o escrito permite a las personas comunicar sus necesidades, entre mayor capacidad de comunicación, mejor expresión de sentimientos y emociones de manera asertiva. Lo anterior se ve representado en las respuestas de las docentes cuando se les cuestionó sobre la estrategia utilizada en la enseñanza de lo socioemocional considerando el indicador de logro de la autoestima; en las respuestas se puede evidenciar en cómo utilizan frases positivas para elevar la autoestima del niño o niña:
- Sujeto 1: “Utilizo frases motivadoras como eres un campeón, lo haces muy bien, eres un gran maestro, me sorprendes, creo que es importante el cómo te diriges hacia ellos. en todo cabe la motivación”.
- Sujeto 1: … “le digo: “tú eres muy participativo” … Es primordial el lenguaje del maestro.”
Las respuestas emitidas por las docentes concuerdan con las observaciones realizadas (ver figura 1), una de las características generales durante la práctica eran las palabras de elogios, al momento de ingresar a la sesión decían frases tales “me da gusto verte”, “se ven muy bien”, y durante la clase al cumplir con alguna actividad “que bien lo hiciste”, “wow, que bonito”, “muy bien, que inteligente”.
El lenguaje positivo saca lo mejor de la persona y detrás se encuentran las emociones, puede transformar personas, también está para elegir las palabras adecuadas y construir mensajes positivos en cualquier ámbito, el familiar, social y, en el ámbito educativo sobre todo en el aula de clase; ayuda a ver el lado favorable de cada una de las personas, en la educación y el desarrollo de las emociones son relevantes e importantes al utilizarlas el maestro en el aula de clase, los estudiantes sienten y asimilan de mejor manera los aprendizajes; permite transmitir emociones, sentimientos, optimismo, motivación y energía, asimismo, permite generar un crecimiento de la confianza y creatividad en el estudiantado (Mendoza, 2020).
En el proceso de educación, “las emociones, motivaciones y el aprendizaje constituyen de manera positiva los cimientos del clima emocional que fomenta la confianza entre profesores y alumnos y que conduce a compaginar las metas personales con las del grupo” (Valencia y Osorio, 2011, p. 43). Entre más estrecho sea el vínculo entre los sujetos del contexto educativo, se verá beneficiada la motivación al aprendizaje.
De igual manera se observó el uso de palabras positivas y de elogio “...que bueno que se conectaron”, “...me da gusto que estén presentes en clase…”, “me gusta verte feliz” y de igual manera se rescatan en las respuestas emitidas durante la entrevista:
- Sujeto 2: “…si el niño no lo hace bien, pues darle la seguridad elogiando”.
- Sujeto 2: “Ahorita lo que yo he estado haciendo y más en esta pandemia, lo he trabajado con música, con actividades interactivas, con elogios, ganarme la confianza de los niños”.
- Sujeto 5: “Me esfuerzo para motivarlos, siempre les digo que: “tienen que estar felices, porque si están felices todo les va salir bien”.
Una de las características generales en la observación a las docentes de preescolar, fue el uso excesivo de elogios, mismas que se ven reflejadas en las respuestas durante las entrevistas “yo les hablo de manera positiva”, para el docente hablar de esta manera es trabajar la autoestima. En algunas ocasiones, independientemente del trabajo presentado por el alumnado, éste era elogiado, sin siquiera corregir o decirles cómo podían mejorar. Para Willingham (2020) los elogios pueden motivar, pero existen circunstancias que probablemente salgan mal, éstos no tendrán impacto si el estudiante percibe que no son sinceros, sobre todo cuando son globales y efusivos; también puede haber ocasiones en que los elogios pueden ser demostrablemente falsos para el estudiante, tales como alabar a una estudiante por su esfuerzo, cuando sabe bien que no se esforzó.
Trabajo en equipo
Una estrategia utilizada por las educadoras, en afán de evitar un sentimiento negativo, trabajar la autoestima y lograr la retroalimentación es a partir del trabajo en equipo o con la ayuda de otros estudiantes.
La retroalimentación es un proceso continuo destinado a apoyar el aprendizaje, proporciona información en aspectos de rendimiento o comprensión (Hattie y Timperley 2007, como se citó en Moreno, 2021) busca ayudar a incrementar conocimientos, habilidades e inclusive desarrollar actitudes particulares; bajo la visión socioconstructivista consiste en brindar comentarios y sugerencias sobre sus propias revisiones para lograr nuevas comprensiones (Archer 2010, como se citó en Moreno, 2021), es ante todo un reforzador y por lo tanto puede ser aceptada, modificada o rechazada (Moreno, 2021). Se reconoce entonces, que la retroalimentación también juega un papel crucial en el desarrollo de la autoestima.
Cabe destacar que no sólo los maestros pueden brindar retroalimentación, también puede ser proporcionada por los compañeros e inclusive el propio estudiante puede buscarla (Hattie y Timperley 2007, como se citó en Moreno, 2021). Lo anterior se constata en los siguientes comentarios:
- Sujeto 5: “Cuestiono a otros niños que sé que saben la respuesta, para que, por medio de otros niños, puedan aprender y se puedan dar cuenta de la respuesta, sin necesidad de decirle directamente al niño que está mal su respuesta”.
- Sujeto 3: “Realizar actividades de juego, trabajos por equipo y de forma individual”.
Las docentes, saben la necesidad de retroalimentar al niño y la niña, no obstante, evitan hacerlo directamente viéndose en la necesidad de promoverlo de manera indirecta a través de otros compañeros de grupo o el trabajo en equipo. Es de gran beneficio la retroalimentación entre estudiantes en la mejora del aprendizaje, debido a ser mayor y más expedita que la recibida por el docente, debido a ser realizada por la acción de expresar y articular a otros lo conocido o entendido (Moreno, 2021).
Por ello, el desarrollo de capacidades autorreguladoras es la esencia de la retroalimentación sostenible y el diseño apropiado de las tareas de evaluación, representa un medio para facilitarla (Carless et al., 2011, como se citó en Moreno, 2021). Los estudiantes en edad preescolar necesitan la retroalimentación en el momento, de esta manera se cumple el proceso académico formativo, conforme las dimensiones de desarrollo (Osorio y López, 2014). Sin embargo, alcanzar la autonomía y la autorregulación del aprendizaje del estudiante es un proceso que demanda tiempo y el adecuado respaldo o soporte. La figura 2 representa el resultado empleado por los docentes, la cual destaca que 88% sí emplea la retroalimentación en su práctica docente.
Historias y cuentos
Utilizar relatos y cuentos es otra forma de fomentar el desarrollo de la autoestima. La infancia es caracterizada por la fantasía, en esta etapa se asumen diferentes caracteres y a menudo se asignan cualidades a los objetos inanimados (Cordova et al., 2021). Es a partir de estas características que el uso de historias y cuentos como estrategias, genera resultados favorecedores, lo anterior se constata en la siguiente respuesta:
- Sujeto 1: Eso lo podemos trabajar a través de cuentos, a través de historias, se le invita a que ayude a los demás, que tenga sus pensamientos más claros, él tiene que saber de lo que es capaz”.
Los más pequeños gustan de explorar, expresar y aprender a manejar una amplia gama de emociones (Cordova et al., 2021) y son los cuentos una vía fácil y dinámica para llevar al infante a explorar sus propias emociones. Las niñas y niños se identifican con la historia y sus personajes de los cuentos, adquieren el papel de los protagonistas, se identifican con ellos y de esta manera logran experimentar emociones y establecen sentimiento y emociones (Maqueda, 2017). Las emociones expresadas mediante los cuentos pueden ser favorecedoras si el o la docente le ayudan a regularlas.
La figura 3 alude que el 84% de los profesores emplean tecnicas motivadores en sus clases.
Los relatos que abordan emociones son herramientas que fortalecen los sentimientos de los niños, enseñándoles empatía al permitirles experimentar las emociones del protagonista y canalizar las emociones que encuentran en diversas historias. El docente, al utilizar el cuento como estrategia reguladora de las emociones, es de mediador entre el cuento y el infante. Será el responsable directo del poder discernir entre las emociones del personaje y las emociones del alumnado.
Confianza
Otra de las estrategias utilizadas por las docentes, en el indicador de logro de la autoestima es el desarrollo de la confianza y se debe promover desde los primeros años del ser humano. En el aula, es necesario crear ambientes de confianza, donde se puedan desarrollar competencias en la recreación de su propio entorno y con ello garantizar los aprendizajes (Mujía y Urrea, 2015).
- Sujeto 2: “Primero es inyectarle que él es un niño inteligente, que él puede, hacerle saber que todos somos diferentes, que hay unos niños más rápidos que otros, pero que todos somos buenos en lo que hacemos, que todos somos inteligentes”.
- Sujeto 3: “…lo hago participar, lo acompaño y lo estímulo a ser mejor”.
Trabajar en la construcción de la confianza en el aula, debe ser la esencia principal de su naturaleza, la máxima preocupación histórica con la seguridad de que todo lo que espera vendrá por añadidura (Mujía y Urrea, 2015). La construcción de la confianza requiere, tanto de la percepción como de la interpretación de las situaciones y de las personas, la representación de lo que el otro/a es para uno/a está fundamentada en las experiencias tempranas de vida que se han constituido en referentes para dar significado al mundo (Conejero et al., 2010). La figura 4 representa el uso de la confianza por parte de los docentes encuestados, destacando que el 84% si hace uso de ello.
Las representaciones pueden evolucionar conforme cambian las experiencias y, por consiguiente, los significados; entre mejores experiencias en el ámbito escolar mayor incremento en la confianza individual y en la autoestima y aprendizaje del estudiante.
Comportamiento
Nada fácil es detectar un problema de conducta, debido a la dificultad de predecir si es normal de acuerdo a la etapa de su desarrollo y de su proceso de adaptación a las condiciones ambientales. Los problemas conductuales pueden describirse como un conjunto de dificultades socio-emocionales que se manifiestan en diferentes conductas de niñas y niños, y que suelen generar dificultades entre los padres y los hijos, con los pares, entre otros (Gómez et al., 2014). Es parte del trabajo del docente y del padre de familia, mantenerse en observación en relación a las manifestaciones de conductas ajenas a la etapa de desarrollo del infante y entre las respuestas obtenidas como estrategias del indicador de logro de la autoestima, las docentes consideran el comportamiento como un referente, en su práctica.
- Sujeto 3: “Los niños con baja autoestima se comportan de manera diferente a los demás… lo tomo en cuenta…”.
- Sujeto 6: “Intento que ellos controlen por sí mismos su manera de comportarse”.
La percepción de los problemas conductuales, desde el punto de vista de la educadora, corresponde a un juicio relativizado y abre la posibilidad de conocer distintas visiones (Gómez, et al., 2014). Cuando se trata de un niño en pleno desarrollo no resulta sencillo determinar cuándo las manifestaciones comportamentales son las esperables para su rango de edad o si se corresponden con conductas disfuncionales (Muchiut et al., 2019). Si bien es complicado el trabajo de la educadora el emitir juicios de reconocimiento, en razón de una conducta normal o disfuncional, ésta tiene valía por la experiencia de la docente al tratar niños y niñas de una etapa particular (preescolar), de igual manera le da cierta validez cuando se contrasta con las observaciones de otros docentes y en definitiva con las del padre o madre de familia. Lo anterior, de acuerdo a sus respuestas al momento de observar comportamientos diferentes.
Vinculación de lo socioemocional con lo académico
Tanto el proceso de la enseñanza como el proceso del aprendizaje son inseparables de la parte emocional del individuo. En cada uno del estudiantado están presentes las emociones y necesitan estar niveladas al momento de desarrollar cualquier actividad; si no se conocen las emociones, seguramente la comprensión y el aprendizaje no se logrará de forma apropiada (Rotger, 2017). El sujeto dos es la única persona que relaciona lo emocional con lo académico, enfatizando la asignatura de matemáticas.
- Sujeto 2: “Cuando enseño matemáticas articulo lo socioemocional con matemáticas, pienso que mi alumno no aprenderá a contar si no está bien emocionalmente”.
Lo ideal, sería que se trabajara en cualquier asignatura, no obstante, por ser la que se considera más complicada, le da ese énfasis de primero hacer que sus estudiantes tengan un buen ambiente con el fin de que sus emociones estén estables.
Las emociones están presentes e influyen positiva o negativamente, bloqueando o motivando el aprendizaje en el estudiantado; las emociones básicas son miedo, aversión, ira, tristeza (emociones negativas), sorpresa (emoción neutral) y alegría (emoción positiva), si la persona se encuentra en un estado emocional negativo, se bloqueará el aprendizaje y si por el contrario es un estado positivo, funcionará como motivadora (Rotger, 2017). Entre más se considere trabajar previamente el estado emocional del estudiante, menos dificultades tendrá a la hora de establecer el aprendizaje, si bien lo anterior implica dedicar cierto tiempo, los resultados serán significativos.
Cuestionando directamente con el niño o niña
Una estrategia eficaz para reconocer la parte emocional del estudiantado de preescolar es cuestionándolo directamente acerca de sus sentimientos y emociones, lo anterior de la manera más directa posible y sobre todo a nivel personal, evitando la presencia del resto del grupo. Lo anterior es realizado por las docentes de acuerdo a sus respuestas:
- Sujeto 7: “Platico con los niños, les cuestiono cómo se sienten”.
- Sujeto 9: “Lo cuestiono y le digo: - ¿qué está pasando? y le insisto de la mejor forma a responder, sin que se sienta presionado”.
- Sujeto 8: “Cuando el niño se siente molesto, triste se le cuestiona qué le pasa, por qué está llamando la atención, por qué está callado… se le cuestiona para saber qué es lo que está pasando.”
Para Bisquerra y Pérez (2007), la conciencia emocional implica la habilidad para reconocer tanto las emociones propias como las de los demás y al tomar conciencia de las emociones personales, se logra percibir, identificar y clasificarlas. Una manera de reconocer y tomar conciencia de los sentimientos y emociones es a partir de la intervención mediante las siguientes preguntas ¿Cómo te sientes respecto a…?, ¿Eso cómo te hace sentir? Díaz (2011) sostiene que el primer paso para evaluar una conducta es la observación, con la intención de iniciar el proceso de conocer cómo es y qué comunica verdaderamente la persona en forma verbal y/o en forma no verbal; posteriormente se indaga a través de la entrevista, buscando elementos que influyen sobre la conducta; con la información obtenida se interpretan e identifican elementos significativos y por último se establece la intervención.
Se puede constatar que las docentes, al observar un comportamiento diferente en el infante, le cuestionan, tratan de indagar el porqué de dichos cambios de comportamiento, con el fin de intervenir en el reconocimiento de las propias emociones y lograr un mejor aprovechamiento de los aprendizajes.
Comunicarse y reconocer las emociones propias y también las ajenas, son acciones primordiales en la maduración del individuo para lograr integrarse en la sociedad y ser feliz en ella (Rotger, 2017). Durante los primeros cinco años de vida, es fundamental proporcionar estímulo, motivación, afecto, reconocimiento y fomentar la curiosidad al niño, entre otros aspectos, para garantizar un desarrollo rico en aprendizajes y experiencias significativas, por lo que es crucial aprovechar esta etapa inicial del individuo, ya que en ella se establecen los cimientos que sustentarán los aprendizajes futuros.
Platicando directamente con el padre o madre de familia
Otra estrategia es cuestionando al padre o madre de familia, quienes tienen la responsabilidad directa de la educación. Se parte del hecho que un control parental basado en el apoyo, el afecto, el diálogo, la cercanía, el respeto, la tolerancia, la comprensión y la implicación, influye en el crecimiento y desarrollo sano de los infantes (Campano y Ubach, 2013). Por estas razones, las maestras incluyen a los padres y madres en el desarrollo de la conducta, las emociones y el aprendizaje:
- Sujeto 2: “…me dirijo al papa y le digo señora no prenda la cámara si el niño no quiere participar, o hace berrinche, evitar prender la cámara, pero al menos que escuche mi voz para que después se sienta preparado y después podamos trabajar. En esta etapa preescolar el niño no es independiente y depende de su mamá para conectarse a las clases, entonces el trabajo es con los dos…”.
- Sujeto 1: “En la reunión de padres de familia les comento a los papás: “que padre que logremos hacer hombres y mujeres de bien, pero va a partir de los comportamientos, de las reglas establecidas, que reconozcan sus situaciones, que dialoguen, que reconozcan que pueden hacer con ayuda y sin ayuda, más que todo, que expresen seguridad”.
La guía, orientación y asesoramiento a los padres y madres de familia es necesaria en alguna etapa del desarrollo de los hijos o hijas, sea por problemas menores, por grandes dificultades o inclusive para mejorar como sujetos activos de un núcleo (Campano y Ubach, 2013). Siendo los padres y madres de familia los responsables directos del desarrollo de sus hijas e hijos deben estar preparándose constantemente en cada una de las etapas de su desarrollo, en este aspecto los docentes juegan un papel crucial en el diagnóstico de conductas y actitudes no correspondientes a la etapa que cruzan los estudiantes y a partir de la observación, la entrevista poder intervenir en conjunto con los padres y madres de familia.
El trabajo personal
Como docentes, no siempre se está preparado para enfrentar situaciones de índole emocional o psicológica en el niño o la niña, en estos casos platicar con el padre o madre de familia es primordial, sobre todo cuando es necesario el apoyo de un profesional para que elabore un diagnóstico más certero y brinde la ayuda adecuada; de igual manera es necesaria la capacitación constante y sobre todo el desarrollo de la consciencia emocional en el docente mismo. Lo antes dicho tiene relevancia en la siguiente respuesta:
- Sujeto 2: Yo como maestra, siento que debo estar bien emocionalmente, para poder trabajar con los niños.
Ayudar es un arte y es necesario conocerlo, aprenderlo y practicarlo, como seres humanos se depende de la ayuda de otros, pero también es imprescindible ayudar; quien no ayuda o no puede ayudar, se aísla y se atrofia; entonces ayudar, sirve a los otros y a la persona en sí, haciéndose recíproca; a veces la persona se siente limitada a poder ayudar, primero se tuvo que haber recibido y tomado, solo entonces se siente la necesidad y la fuerza, de ayudar a otros, es necesario también que, a quienes se quiere ayudar lo necesiten y quieran recibir, de lo contrario la ayuda no sirve de nada (Hellinger, 2003).
Si el docente quiere ayudar, necesita prepararse, capacitarse y trabajar su propio desarrollo personal, que logre reconocer sus propias emociones y la de sus estudiantes, así como propiciar ambientes adecuados para la educación emocional.
Discusión
En los resultados obtenidos se rescata la necesidad de capacitación en la práctica docente referente al desarrollo socioemocional en el estudiantado, si bien entre las estrategias más utilizadas son el uso de palabras positivas como elogios, esto no es suficiente y en algunos casos contraproducente como se observó en el proceso de retroalimentación omitida por el docente al estudiantado, con el fundamento de evitar la frustración, prefiere elogiar y no retroalimentar de manera directa por temor a frustrar o hacer pasar al niño o niña por un sentimiento negativo y de esta manera brindar confianza.
Becerra, (2017) en su estudio concluye que tener confianza en sí mismos deriva de sentirse competente, los infantes no desarrollan confianza por decirles que son inteligentes, geniales o muy buenos, sino con base en sus logros, tanto pequeños como grandes; es agradable escuchar palabras de aliento, pero tiene más significado cuando se refieren a los esfuerzos específicos o a las habilidades nuevas. Para Henderlong y Lepper (2002), el infante rechazará el elogio, si no es verdadero. Willingham (2020) manifiesta que los falsos elogios son palpables por el estudiantado cuando saben que sus esfuerzos fueron nulos, solo los sinceros son los que afectan positivamente y pueden salir mal cuando se utilizan en la motivación o la autoestima.
Las docentes tratan de desarrollar la confianza en el estudiantado y de los padres y madres de familia. Mujía y Urrea (2015) consideran que la confianza en la etapa del preescolar se vincula a la amistad entre los niños y cuando existen grados de desconfianza son debido a relaciones donde ha existido maltrato, agresiones físicas o tratos inadecuados como burlas, apodos. Conejero et al. (2010) aseguran que la confianza genera un clima apto para el aprendizaje, da seguridad, facilita la comunicación entre los actores del proceso educativo.
Las docentes entrevistadas consideran la estrategia de trabajar en equipo, una forma de no lidiar directamente con la retroalimentación, prefieren no ser ellos quienes les digan que la respuesta dada es incorrecta, prefieren seguir con los elogios aun cuando observan inconsistencias en la respuesta y posteriormente piden ayuda a otro niño o niña, de igual una vía factible de apoyo en la retroalimentación es el trabajo en equipo o mediante el juego. Castellaro y Dominino (2011) en su estudio observaron que los docentes se enfrentan a estudiantes con grados de rendimiento académico diferentes y la colaboración entre pares es de gran valía, sobre todo, con los de bajo rendimiento, quienes se benefician de sus compañeros con más alto rendimiento, no obstante, la desigualdad no constituye una garantía, los valores extremos delimitarían el logro del éxito académico.
En otra perspectiva la colaboración mediante el juego es una estrategia bastante valorada en el grado de preescolar para Rivera et al. (2022) en su investigación destacan que el estudiantado de preescolar, se encuentra en una etapa receptiva, de curiosidad y de experimentación donde se inicia el desarrollo de la habilidad para interactuar con los pares y las habilidades del pensamiento a través del juego; es bajo esta perspectiva que el juego debe ser parte fundamental en la formación del ser humano en esta etapa de desarrollo para conocer y fortalecer el control de las emociones.
Otra estrategia implementada para el desarrollo, control y consciencia de las emociones fue la lectura de cuentos e historietas. Hernández (2018) asegura que a la hora de escoger un cuento es muy importante tener en cuenta la edad de los niños a que va dirigido, la claridad de las emociones para que los niños sepan cómo, qué y por qué se siente el personaje como lo hace en todo momento, y finalmente, ilustraciones que muestran la expresión gestual de los personajes en relación al texto. Córdova et al. (2021) en su investigación aseguran que mediante una intervención utilizando el cuento para regular las emociones, las niñas y niños lograron el desarrollo emocional a partir de conocer, reconocer y manejar sus emociones básicas e inclusive lograron identificar los motivos posibles. Es así como se rescata que el uso de cuentos e historietas para el desarrollo de las habilidades socioemocionales es esencial en la etapa de educación preescolar.
Ahora bien, para poder desarrollar las habilidades socioemocionales, se necesita conocer las características de personalidad de los niños y niñas en etapa preescolar, así como las características individuales propias de cada estudiante. A edades tempranas se deben conocer, diferenciar y canalizar las emociones y se debe aprender a expresar opiniones, ideas y sentimientos, así como la empatía con el entorno (Hernández, 2018). Para Rodríguez (2015) es necesario conocer que las expresiones de los infantes cambian en cada momento y la rabia o el enojo son las más constantes llevando al niño o niña a actuar de manera impulsiva, generando comportamientos de agresividad, la segunda emoción con más prevalencia es la alegría debido a las actividades lúdicas del preescolar; otras emociones como la sorpresa, el asco y el miedo son poco notorias.
El trabajo del docente radica en conocer a partir de la observación cuál es la personalidad y temperamento del estudiantado y cuál de éstos necesita regularse, si bien el trabajo áulico relacionado al desarrollo socioemocional puede ser suficiente, en algunas ocasiones es necesario la intervención de un profesional de la salud. Si se considera su ambiente natural, como parte del desarrollo natural de la conciencia emocional, se parte de interrogar a sus padres en el conocimiento de la personalidad del infante, pero si se considera al preescolar uno de los ambientes de desarrollo habitual, la información brindada por el docente resulta muy provechosa, convirtiéndose en un aporte adicional sobre la conducta del niño (Muchiut et al., 2019). Por su parte, Conejero et al. (2010) aseguran que la creación de confianza es un proceso largo y complejo en el que sin duda los padres desempeñan un papel fundamental, desde muy temprano y en cada momento del desarrollo de la vida de los niños, niñas y jóvenes.
El desarrollo de habilidades socioemocionales representa un desafío significativo para los maestros de preescolar. Del mismo modo, este estudio resalta la importancia de abordar esta tarea en el autodesarrollo de la conciencia emocional, para de esta manera propiciar mejores estrategias y técnicas en el estudiantado, pero sobre todo prepararse constantemente en este ámbito.
Padilla (2021) insiste en la necesidad de formación por parte del docente para dar la mejor respuesta en el aula; siendo indispensable que sea competente en dominar las emociones para así brindar herramientas y recursos acorde a la realidad del aula que tenga; además la comunicación y coordinación de todos los sujetos del contexto educativo deben unirse en el mismo objetivo común. Los resultados presentados por Calderón et al. (2014) constatan que los conocimientos recibidos en la formación universitaria son insuficientes y no cuentan con la preparación adecuada para el trabajo socioemocional. Es así que recae en la responsabilidad del docente la capacitación constante y el trabajo de su propio crecimiento personal, para un adecuado desempeño en relación al desarrollo de las habilidades socioemocionales.
Conclusiones
La educación actual demanda un enfoque humanista, la cual se basa en los potenciales, intereses y características individuales de los estudiantes, requiriendo mayor preparación por parte del docente y concientización para trabajar el desarrollo socio emocional en sus alumnos. Se observa y obtiene información sobre una falta de conciencia y preparación en las docentes para poder profundizar y dedicar más tiempo a aspectos emocionales sirviendo como fundamento para el desarrollo de las capacidades.
Los elogios son buenos, pero expresar que tienen que estar felices porque si están felices todo les saldrá bien, no permite validar la emoción que el niño presenta en las diferentes circunstancias que se viven.
Todos los niños viven las emociones de la misma manera, pero las validan diferente, la retroalimentación indirecta es válida pero el docente necesita detectar características de reacción ante una emoción, preguntarle al alumno directamente le permite conocerlo, evitando minimizar o desvalidar lo que un niño siente, son estas las interacciones que permiten al niño entrar en el proceso de autoconocimiento.
Una de las estrategias más atinadas en esta etapa, es la oportunidad de expresión artística que los niños pueden manifestar mediante la música, el teatro, los cuentos que les permiten conocer las propias emociones y las que puedan sentir los demás, profundizar en estas actividades, reconociendo que emociones les causan los eventos, cuestionando su estado de ánimo permite al niño conocerse y expresar lo que siente de una manera natural e indirecta.
Desarrollar habilidades en el estudiante de una manera formativa, crítica, consciente, implica ser honesto al reconocer el error del estudiante motivando el esfuerzo, debe ser un apoyo sincero y así el alumno se dé cuenta de lo que puede hacer o no para seguir esforzándose, es necesario apoyar el proceso de aprendizaje para generar esa autoeficacia y así pueda ir desarrollando su confianza y seguridad.
Conocer las características y circunstancias de cada alumno desde su contexto permite al docente tener mayor claridad de un diagnóstico para una mejor atención, conocer los procesos psicológicos por los que pasa un alumno y características de la etapa de desarrollo que presenta el niño permiten entre otras cosas entender el comportamiento del alumno, pero es necesario saber que existen otros factores que influyen en este aparte de la baja autoestima.
Las actitudes del docente pueden ser aprendidas por el alumno, fomenta una mentalidad para esforzarse, para ser mejor permite al niño descubrirse, darse cuenta de lo que es capaz de hacer, de lo contrario es probable que tenga miedo a equivocarse o a las críticas.
Durante la práctica docente que se observa en esta investigación, el alumno no identifica lo que está bien o lo que está mal, porque se le dice que todo está bien, por consiguiente, le es difícil desarrollar un sentido crítico de acuerdo al eje transversal que marca la NEM del plan de estudios de educación preescolar 2022.
Lo ideal es articular cualquier campo de formación con el aspecto socioemocional, las emociones permean a cada instante, no sólo cuando existen dificultades, vincular el aspecto socioemocional con lo académico permite al docente tener una mejor evaluación del niño, conociendo las reacciones ante un esfuerzo o trabajo que el alumno realiza, permite saber si le fue fácil o difícil realizarla o bien qué tipo de reacción o emoción presenta ante un reto.
Si el docente no domina bien los contenidos del aspecto socioemocional y los ámbitos de desarrollo personal y social, mismos que están relacionados con la autoestima del niño, difícilmente pueden dar sugerencias al padre o madre de familia para desarrollar la autoestima en el infante, no es suficiente con tener un ambiente cordial en el aula y utilizar palabras positivas, es necesario profundizar y brindar oportunidades para reconocerse.
Las futuras líneas de investigación podrían centrarse en diversas áreas para profundizar en la comprensión y mejora de las estrategias docentes en preescolar relacionadas con la autoestima de los estudiantes. Primero, sería esencial investigar la efectividad a largo plazo del uso de frases motivadoras y su impacto en el desarrollo emocional y académico, diferenciando entre elogios sinceros y no sinceros, y cómo estos afectan la percepción del niño sobre su propio rendimiento.
Futuras Líneas de Investigación
Se proponen las siguientes líneas para desarrollar:
Integración de la educación socioemocional con el currículo académico: investigar el impacto de la vinculación entre la educación socioemocional y las asignaturas académicas, como matemáticas o ciencias, en el rendimiento académico general y la estabilidad emocional de los estudiantes, con énfasis en cómo el estado emocional influye en el aprendizaje.
Eficacia a largo plazo de las estrategias docentes en el desarrollo socioemocional: evaluar cómo las diferentes estrategias de retroalimentación y el uso de frases motivadoras impactan en el desarrollo de la autoestima en los estudiantes a lo largo del tiempo, diferenciando entre los elogios sinceros y los no sinceros, y su efecto en la autopercepción y el rendimiento académico de los niños
Resumen
Introducción
Enfoque cognitivo de las emociones
Educación Socioemocional
El papel del docente en el desarrollo emocional del infante
Metodología
Materiales y métodos
Procedimiento
Discusión Análisis de resultados
Frases motivadoras
Trabajo en equipo
Historias y cuentos
Confianza
Comportamiento
Vinculación de lo socioemocional con lo académico
Cuestionando directamente con el niño o niña
Platicando directamente con el padre o madre de familia
El trabajo personal
Discusión
Conclusiones
Futuras Líneas de Investigación